Uno de cada cuatro mexicanos piensa que “violar la ley no es tan malo”, sino que te cachen, y un 56.1% dice conocer poco sobre la Constitución mexicana, indica una encuesta elaborada por especialistas del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

Según el estudio, el 84% de los encuestados consideró que la Constitución se cumple poco o nada, y un 52.7% dijo desconocer el año en que se aprobó.
Este 5 de febrero se conmemoran los 100 años de la promulgación de la Carta Magna.

“El 46.6 por ciento dice que los miembros de una comunidad tienen el derecho de tomar justicia por mano propia; y 27.3 por ciento está de acuerdo con que un funcionario público puede aprovecharse de su puesto si hace cosas buenas”, indicó la UNAM, en un comunicado.

“Hay un bajo conocimiento sobre la Constitución: la mayoría (56.1 por ciento) considera que conoce poco de ella. En tanto, 52.7 por ciento desconoce el año en que se aprobó y tampoco la relaciona con la Revolución Mexicana: tres de cada 10 piensan que la Carta Magna actual nació a partir de la Independencia de México”, agregó.

La encuesta fue aplicada a nivel nacional en mil 200 casos viviendas, a población de 15 años y más, en octubre de 2016.

La desconfianza y percepción negativa de las instituciones que imparten justicia y la percepción de la impunidad han llevado a la población a encontrar caminos informales, apuntó la UNAM, y en ocasiones ilegales, para el arreglo de sus conflictos.

“Así, casi la mitad (46.6 por ciento) considera que los miembros de una comunidad tienen el derecho, o en parte, de tomar justicia por mano propia. Igualmente, 47 por ciento dijo estar de acuerdo, o de acuerdo en parte, con que se torture a un detenido para que confiese un delito”, señaló la institución.

“Ello muestra un endurecimiento de la población debido al incremento de la inseguridad y la violencia en las últimas décadas, a la vez que plantea tensiones con los derechos humanos”, agregó.

La democracia mexicana, continuó la Universidad en su boletín, “está cimentada sobre una débil cultura de la legalidad, fruto de la desconfianza de los ciudadanos hacia las instituciones, de los elementos autoritarios presentes en segmentos de la población a lo largo del país, de la percepción negativa del desempeño de las instituciones y funcionarios encargados de la procuración y administración de la justicia”.