El exrector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, advirtió de las consecuencias de las limitaciones financieras que enfrentan las universidades públicas.

Dijo que la asfixia económica las pone “contra las cuerdas” y, en algunos casos, incluso, las orilla a buscar otras fuentes de recursos que no necesariamente están libres de conflictos de interés.

"Es una apuesta con un altísimo riesgo social. No son momentos para México de asumir esos riesgos”, alertó.

La insuficiencia de recursos pone también en entredicho la autonomía universitaria, dijo el exrector.

Debe haber una estrategia integral para apoyar a las universidades que incluya la parte financiera, planteó al participar en la Conferencia Internacional de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) 2017.

El jueves, el rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Juan Eulogio Guerra, citó como fuente de la crisis financiera al presupuesto mal etiquetado para las universidades.

También propuso la intermediación de la ANUIES para renegociar los adeudos de  las instituciones.

“LAS UNIVERSIDADES, CONTRA LAS CUERDAS”

Las limitaciones económicas que enfrentan las universidades las ponen “contra las cuerdas”, y en algunos casos, incluso, las orillan a buscar otras fuentes de recursos que no necesariamente están libres de conflictos de interés, advirtió el exrector de la UNAM Juan Ramón De la Fuente.

En la Conferencia Internacional de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) 2017, De la Fuente señaló que la insuficiencia de recursos que sufren las universidades ponen en entredicho su autonomía

"Sí la pone en entredicho (la autonomía), la pone por lo menos contra las cuerdas,  porque esto puede orillar, hay algunos casos que lamentablemente ya han ocurrido, a que las universidades en su situación financiera un tanto desesperada empiecen a buscar otras fuentes de recursos y no necesariamente estas otras fuentes estén exentas de algunos conflictos de interés”, dijo

El exrector consideró que poner a las universidades contra las cuerdas en este momento es una apuesta de un altísimo riesgo  social para el país.

Ante ello, planteó que debe haber una estrategia que incluya la parte financiera.

"El que haya una mayor participación de recursos del Estado en el financiamiento de las universidades  no se da en menoscabo de la autonomía de las universidades  como tampoco se da en menoscabo de la responsabilidad que tienen las universidades de rendir cuentas.  Son dos cosas que deben quedar muy claras; el Estado tiene una obligación, su deber es proveer los recursos para que se dé educación de buena calidad al mayor número de jóvenes posible.

"En contraparte, tienen también obligaciones con las cuales responden a la confianza de la sociedad y a los recursos que el Estado les da, que son fundamentalmente ofrecer servicios de calidad y rendir cuentas claras del destino de esos recursos”, expuso.

En medio de la grave crisis financiera que universidades públicas estatales como las de Morelos, Nayarit, Zacatecas,  la Autónoma Benito Juárez de Oaxaca y la Michoacana de San Nicolás de Hidalgo viven,  De la Fuente insistió en que hay que apoyarlas, pero hay que exigirles también mejorar la calidad de los servicios que ofrecen.

Por ello, dijo, las universidades tienen que elevar su voz como lo han hecho en términos generales, con buenos argumentos de una manera sistematizada, y haciéndole ver a la sociedad que siguen representado la mejor opción para la movilidad social y como instrumentos de desarrollo imprescindibles, que contribuyen de manera muy importante  al bienestar y a la democracia.

"Y como estamos en tiempos ya  prácticamente electorales hay que hacer valer el planteamiento reiterado de que las universidades tienen  mucho que decir en el debate actual de México, porque en ellas está buena parte de la inteligencia nacional”, argumentó. 

Ayer Excélsior publicó que el rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Juan Eulogio Guerra reprochó la mala etiquetación de presupuestos para las universidades públicas y propuso que las que tengan problemas financieros hagan convenios a través de las ANUIES para regularizar su situación.

En este contexto, la ANUIES llamó a las universidades a garantizar el uso responsable de los recursos para no recurrir en anomalías observables por los órganos de fiscalización, pues la autonomía no significa “desacato de leyes”.

Además, la asociación planteó que es necesario concretar una nueva política de financiamiento, caracterizada por la corresponsabilidad entre el gobierno federal y los gobiernos estatales para brindar certeza jurídica y presupuestal.