Universidad: ¿ reflexión o represión?

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Universidad: ¿ reflexión o represión?

Foto: Tomada de Internet
“Más llanto que llorar es ver llorar”
“Más llanto que llorar es ver llorar”
Antonio Porchia

La Universidad Veracruzana atraviesa un momento convulso. De ser uno de núcleos  emblemáticos del pensamiento crítico que se gesta en algunas universidades mexicanas, -al lado de la UNAM por supuesto-, agoniza en una ciudad que se debate entre prácticas de corrupción, y entre actos de clara violencia ejercida contra los estudiantes.  De ser uno de los espacios donde las manifestaciones culturales tenían una riqueza como por ejemplo, la del fondo editorial que en tiempos pasados tuvo figuras de la altura del internacionalmente laureado poeta e investigador José Luis Rivas, se le está dejando morir por falta de presupuesto, un presupuesto que el gobernador en turno se ha negado a entregar (fondos estatales y fondos federales).No es extraño que a esta universidad se le quiera desactivar con escasez presupuestal   si consideramos que es un espacio desde donde con argumentos y contra-argumentos, se debate y se polemiza sobre las actuales condiciones que prevalecen social, cultural y políticamente en la ciudad y en la entidad en general. Es un golpe que se quiere asestar bien, considerando que el medio periodístico ya ha sido claramente avisado.

¿Por qué debe importar lo que ocurre a Veracruz y a su universidad en otras latitudes mexicanas? Tan solo una razón por mencionar: por el libre tránsito del pensamiento. Tengo en mis manos un raro libro con la poesía de Antonio Porchia titulado “Voces”, ese libro que da presencia en México a un poeta poco frecuentado y  tiene el valor de diez pesos. Así es, diez pesos. Me lo regaló un sensible espíritu veracruzano  interesado en el pensamiento y sus vuelos literarios. Y no es solo este libro editado en 2003 curiosamente por el Gobierno del Estado de Veracruz; son colecciones literarias memorables editadas por la Universidad Veracruzana; son tribunas, congresos y mentes que desde el magisterio están interesadas en la formación de sus alumnos más allá de considerarlos números y finanzas como se hace en las cada vez más florecientes universidades privadas.

Las universidades públicas representan la circulación crítica, cara a cara, del pensamiento, no es gratuito por tanto que los gobernadores busquen dominar sus fondos y asignar rectores. Ahora le tocó a la rectora de la UV plantarse contra un personaje que desde el poder, es sinónimo de miedo. No obstante, ella pide solo lo que le corresponde. Y si antes la postura de la UV había sido medida (incluso contra la vejación estudiantil que ha sufrido), le llegó la hora de ver hasta dónde puede un sistema de poder, ya no solo dejar de alimentar a una universidad, sino colocarla al punto del colapso.

Desde el miércoles 24 de febrero, estudiantes, maestros, empleados administrativos, ciudadanos y núcleos de creadores se manifestaron por miles en las calles. Entre sus formas de protesta se encuentran la música, la literatura y el canto.

¿Qué dicen? Expresan la riqueza que se gesta en la universidad. Acuden representantes de Poza Rica, Coatzacoalcos, Orizaba, Córdoba Minatitlán y Boca del Río; se dejan oír incluso superando el temor de ver a francotiradores armados en los techos de los edificios, o a personajes del orden público vestidos de civiles mientras graban a maestros o estudiantes. Que viva la universidad en México, que ellos vivan, que permanezcan, que sigan dando luz desde las aulas, a la diversidad de pensamiento en nuestro país.

claudiadesierto@gmail.com