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Unicef: Casi 1.4 millones de niños amenazados por la hambruna
Casi 1.4 millones de niños en Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen están amenazados por la hambruna, informó hoy el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
En Yemen, país que está sumido en una guerra civil desde hace dos años, unos 462,000 niños sufren de malnutrición aguda, lo que supone un aumento de casi un 200 por ciento respecto a 2014.
En el noreste de Nigeria, la malnutrución afecta a 450,000 niños. En Sudán del Sur, que también vive una guerra civil, más de 270,000 niños sufren de grave malnutrición. En Somalia, la hambruna amenaza actualmente a unos 185,000 niños, cifra que, según Unicef, podría aumentar a 270,000 en los próximos meses.
"Para más de un millón de niños, el tiempo se está acabando", dijo el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake. Sin embargo, "aún podemos salvar vidas", subrayó.
Lake pidió medidas rápidas para evitar que se repita la tragedia de la hambruna que azotó el Cuerno de África en 2011.
Unicef indicó que en Somalia la población está amenazada por una sequía. Casi la mitad de la población somalí, o sea, casi 6.2 millones de personas, se enfrentan a una inseguridad alimentaria aguda y necesitan ayuda, recalcó la organización dependiente de Naciones Unidas.
En el estado de Unity, en Sudán del Sur, la ONU declaró el lunes la situación de hambruna e informó de que esta afecta a unas 100,000 personas en esa zona. Se teme que el número de personas afectadas por la hambruna en todo el país se incremente de 4.9 a 5.5 millones si no se toman medidas.
El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, prometió hoy asegurar el libre acceso de las organizaciones humanitarias a las zonas castigadas por la hambruna.
Kiir formuló su promesa ante el Parlamento después de que Naciones Unidas se quejara de que el Ejército había impedido su acceso a personas desplazadas en el norte del país africano.
El Gobierno en Juba también está tomando sus propias medidas, señaló Kiir, para ayudar a la población que se enfrenta a la inseguridad alimentaria. El presidente prometió, además, incrementar los suministros de alimentos y subsidiar sus precios en las zonas afectadas.
Desde que comenzó el conflicto armado en Sudán del Sur, cooperantes humanitarios se han quejado de obstáculos burocráticos, la instalación de puestos de control donde el Ejército o las tropas rebeldes exigen dinero a los convoyes de ayuda, saqueos e incluso violaciones y asesinatos de cooperantes internacionales.