En teoría, la amistad es o no es; pero irónicamente, para efectos prácticos, nos vemos en la necesidad de categorizar a los amigos, por más que intentemos demostrar nuestra irreductibilidad al respecto, con toda una gama de variables: compa, carnal, compadre (o comadre, según sea el caso), valedor, camarada, brother... 

1. La amistad, aunque muchos intenten definirla como algo que se caracteriza por su simpleza y fortaleza simultáneas, es díficil de definir. Muchos la redondean en el escenario hipotético de una prisión: aquel que vaya por tí -en caso de que te encuentres tras las rejas- es tu amigo. Quien no lo haga pertenece al montón. Y la verdad es que son pocos los que irían a llevarnos cigarrillos a la cárcel. 

2. Anthony Kiedis escribió “My friends”, enfocándose en la poca gente que lo rodeaba al momento de grabar One Hot Minute: los miembros de su banda y uno externo. Habla de la tristeza de ellos (la cual, irremediablemente, le transmiten) y de una ex novia, también triste, que le llama desde prisión. 

3. Nunca he conservado la amistad de una ex por razones que no he querido profundizar. Quizás las conclusiones no sean tan agradables o quizás (lo más obvio) es que no he madurado lo suficiente como para tener una relación fraternal con alguien que estuvo en mi cama. Bien dice Irvine Welsh que el grado de intimidad que hay en una relación sexual y una pelea son similares. No por nada mis mejores amigos de la secundaria y la preparatoria fueron personas con las que inicialmente me agarré a golpes. Amigos que nunca jamás he vuelto a ver. 

4. La amistad también sirve como parámetro, en particular los “logros”. De esta manera, es normal (y aceptable) casarse a cierta edad, tener determinado número de hijos y elegir cierto tipo de vida. La mayoría de mis amigos de mi edad se han casado y en el mejor de los casos están divorciados, sin hijos y son dueños de al menos un vehículo. Yo no podría estar menos interesado en ellos como ejemplo. Como en la canción que escribió al respecto Adam Duritz: “All my friends and lovers will leave me behind. And I'm still looking for a girl.” 

5. Quizás por eso mis mejores amigos, al momento, son personas con pocas exigencias. A mis personas más queridas no les pido mucho, excepto que no me traten como si fuera su hijo o hermano pequeño. Algo a lo que muchos creen tener derecho utilizando la fraternidad como pretexto. Al final, creo, la amistad se perjudica más por los consejos no solicitados que por otra cosa. Si no, pregúntenle a Iron Man y al Capitán América en Civil War. La versión original del cómic, no la película. Del filme no espero nada excepto hartos efectos especiales. 

6. Mi vida diaria carece en absoluto de efectos especiales. Es como un cómic de Daniel Clowes, pero sin lo ácido. No obstante este caricaturista define mejor lo que yo (al igual que muchos) busco en la amistad: “un fuerte sentido de comunión”. Es extraño que lo primero que venga a la mente de muchos cuando se dice la palabra “complice” sea algo malo.