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Una Nueva regla, ¿nueva estrategia? en Grandes Ligas
FILADELFIA – El manager de los Filis, Joe Girardi, aseguró la tarde del pasado martes que jamás le pediría a un umpire que revisara al lanzador contrario en búsqueda de sustancias pegajosas sólo por motivos del juego.
Sería “tonto”, dijo.
Pero el timonel añadió que sí pediría la revisión ante un lanzador que “claramente” estuviera usando algo.
Unas horas después, en medio del cuarto episodio de la derrota de los Filis por 3-2 ante los Nacionales, Girardi le pidió al árbitro principal, el mexicano Alfonso Márquez, que le revisara el pelo al as Max Scherzer en búsqueda de alguna sustancia. Esto fue después de que Márquez le revisara la gorra, guante y manos en el primer y tercer innings. Scherzer no lo podría creer.
“Tendría que ser un verdadero tonto si usara algo hoy, cuando todo el mundo está tan pendiente”, dijo Scherzer.
Las Mayores comenzó a hacer cumplir las reglas 3.01 y 6.02 (c) y (d) con respecto a sustancias extrañas utilizadas por los lanzadores, luego de que los monticulares dominaran los primeros dos meses de la campaña. El promedio de bateo colectivo de MLB (.236) estaba camino a ser el peor de la historia, un punto menos que en 1968, que llevó a MLB a cambiar la altura del montículo.
Los árbitros les dijeron a los abridores que serían revisados dos veces. Girardi pidió una tercera, porque dijo que nunca había visto a Scherzer llevarse los dedos a la cabeza en tantas ocasiones como lo hizo el martes.
“He visto a Max mucho, desde el 2010”, comentó Girardi. “Obviamente, está rumbo al Salón de la Fama. Nunca lo he visto pasarse la mano por la cabeza como lo estaba haciendo hoy. Para mí, eso fue sospechoso. Lo hizo como cuatro veces. No quise ofender a nadie. Sólo busco lo mejor para nuestro club”.
Scherzer lanzó su guante y gorra mientras Márquez y el resto del grupo se acercaba.
“No estaba molesto; sólo estaba intentando demostrar que no tengo nada”, confesó Scherzer. “No tengo nada. Revisa lo que quieras. Me quito toda la ropa si quieres. No tengo nada”.
De hecho, en un momento Scherzer empezó a desabrocharse el cinturón.
Márquez le dijo que parara.
“Oye, no te hagas expulsar por esto”, le dijo. “Déjanos hacer nuestro trabajo y luego estarás bien”.
Márquez le dijo a la prensa que consideró válido el reclamo de Girardi, tomando en cuenta las acciones de Scherzer en la loma.
“Sólo sudor”, mencionó.
El manager de los Nacionales, Dave Martínez, se unió a Scherzer en el montículo. Señaló el dugout de los Filis. Girardi levantó los brazos y subió al escalón superior. El juego se reanudó y Scherzer terminó la entrada ileso.
Scherzer lanzó un quinto perfecto para terminar su noche. Miró a Girardi mientras salía del campo. Una vez en el banquillo, mostró a Girardi su mano derecha, gorra y guante una vez más. Girardi entró al campo mientras varios coaches de los Nacionales le gritaban. Les hizo un gesto para que se acercaran a su lado del campo. El coach de pitcheo de los Nacionales, Jim Hickey, se burló de Girardi en un momento, haciendo un gesto para que se le impida la confrontación.
El árbitro de home, Tim Timmons, expulsó a Girardi por ocasión 40 en su carrera.
Pero, ¿qué pasó entonces con el pelo de Scherzer?
“Típicamente, me gusta lamerme las manos por el agarre. Pero como dije, estaba usando mucha resina y me la estaba comiendo. Dije: ‘Bien, no quiero comer resina. Sabe mal’, por lo que comencé a pasarla por la parte sudada de mi pelo, buscando humedecer la mano con la resina. Pero no funcionó, no tuve agarre de la bola hoy. MLB.com