Una noche de fiesta, color y tradición con grupo folklorico Iskali

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Una noche de fiesta, color y tradición con grupo folklorico Iskali

Música. Con un viaje de sones y alegría, el ensamble folclórico llenó el Teatro de la Ciudad Fernando Soler. / MAYRA FRANCO
Creado en 2006 con la intención de promover la danzas folklórica mexicana, el Enfiska actualmente cuenta con más de 40 miembros

Acompañados por diversas agrupaciones musicales el Ensamble Folklórico Iskali se presentó la noche del martes 24 de octubre como parte de los festejos del Festival Internacional de las Artes Julio Torri 2017, ante un público entusiasta y animado que llenó la sala del Teatro de la Ciudad Fernando Soler.

Creado en 2006 con la intención de promover la danzas folklórica mexicana, el Enfiska actualmente cuenta con más de 40 miembros entre bailarines, músicos y staff directivo y se ha presentado en diversos festivales y eventos culturales de México, Chile y Portugal.

Con los coloridos vestidos folclóricos de Jalisco salieron los bailarines al escenario a mostrar su mejor zapateado al ritmo de  los sones clásicos como “Huizache”, “Madrugada”, “Son de la negra” y “El jarabe tapatío”, interpretados por el Mariachi Internacional.

La cultura dancística de Coahuila se mostró en distintas coreografías basadas en las danzas de la Región Laguna y la Región Centro del estado, musicalizadas por el grupo norteño Tres del Norte.

Los sonidos familiares despertaron las palmas del público que animó a los ejecutantes a continuar bailando y así, mientras unos bailaban en sus asientos, otros disfrutaban del espectáculo, algunos a través de las pantallas de sus celulares mientras grababan el evento.

Ataviados con sus cueras, el siguiente grupo de bailarines trajo directo de Tamaulipas las coreografías de piezas como “La Perla”, “La Cecilia” y “Caballito”, esta vez con el apoyo musical del Ensamble de Música Iskali.

En impecable blanco, los artistas que trajeron los movimientos típicos de los bailes de Veracruz entraron a escena con un popurrí de piezas clásicas del repertorio jarocho y demostraron su habilidad en una corta sesión sin más música que su rítmico zapateo contra la duela del escenario, la cual culminó entre los vítores impresionados de los asistentes.

La Imponente Banda Brava se instaló en escena y cantó las obras “Mi Huejutla” y “El Guajolote”, antes de dar paso a la interpretación de las danzas típicas de Sinaloa representadas por todos los bailarines del ensamble, en un magno cierre del evento que abarrotó el teatro de colores en movimiento, música y aplausos.