Una mañana en Rahum
Usted está aquí
Una mañana en Rahum
La Nación Yaqui se conforma de ocho pueblos en México aunque en California, Estados Unidos, hay un número importante de yaquis que viven de los negocios de juegos que les han impuesto a cambio del uso de sus propiedades.
La imposición es la historia de los yaquis desde los tiempos en que fueron explotados como esclavos para la producción de henequén en Yucatán por instrucciones del dictador Porfirio Díaz. Por su naturaleza indómita no fueron asimilados y a pesar de que han sido “usados” por personas poderosas en distintos tiempos, permanecen sólidas sus usos y costumbres.
El problema reciente que ellos padecen es por el tema del agua, el gobernador de Sonora del sexenio anterior inició con el proyecto de un acueducto para trasladar agua de la región yaqui hacia Hermosillo, ciudad capital.
Los yaquis no quieres ser desposeídos de su agua, ya algunos de ellos han rentado sus tierras a la familia reinante y gozan temporalmente de camionetas nuevas, de esas de ocho cilindros, pero cuando uno visita cualquiera de los ocho pueblos se puede constatar su retraso.
Plantas nuevas para potabilizar el agua, abandonadas; ausencia de sanitarios dignos; viviendas inundables; mal manejo de residuos; muchos hombres tirados en el suelo producto de la borrachera; y en medio de este escenario, la luz de un esfuerzo maravilloso liderado por un buen hombre.
En Rahum, uno de los pueblos yaquis, el 19 de junio se llevó a cabo un programa auspiciado por la fundación Mundo Sustentable con apoyo de la ITESCA de Ciudad Obregón y el doctor Martín Villa, líder al que me refiero, con su carácter férreo pero con una enorme sensibilidad social con apoyo de maestras de lengua yaqui y bordados tradicionales, y con apoyo de maestros de danza y música ha logrado que mujeres, niños y adolescentes yaquis desarrollen actividades creativas, artísticas y de conocimiento de identidad.
Escuchar al mariachi de más experiencia y el mariachi de las niñas principiantes; observar a niños y niñas bailando danzas jaliscienses aunque con atuendos modestos y finalmente observar la ancestral Danza del Venado, fue algo memorable porque la cultura yaqui.
En el patio de aquella escuela primaria había mesas rodeadas de padres de familia, también estaba un médico que ofrece consultas y medicamentos gratuitos. El profesor Jorge Escalante, director de la escuela, es otro héroe en aquellas soledades, pide 10 latas de pintura para el plantel que desde que se construyó no ha sido vuelta a pintar.
Muy trascendente fue cuando el doctor Villa explicó el proyecto del Centro Holístico de Rahum con ocho salas dedicadas a los pueblos yaquis, un espacio para reuniones públicas, salas para exposición y venta de artesanías locales y obras de arte.
Este sueño está por cumplirse, el empresario social Alberto Eugenio Garza Santos que se acompañó con su esposa Gabriela Castro Joffroy y por su hija Sienna se involucró con el proyecto, habrá que conseguir fondos para consolidar este Centro Holístico que es una figura creada desde la filosofía del Foro Latinoamericano de Ciencias Ambientales.
Ahora que se ha determinado que la Reforma Constitucional al Artículo 2 en el 2001 no consideró todos los derechos fundamentales de los pueblos indígenas, se hará una consulta al respecto. Eso me alegra pues soy testigo de los grandes rezagos que aún sufren estos pueblos.