Una chilena desde 35 metros se convirtió el domingo en aspirante al "Premio Puskas" al mejor gol del año, que llevó la firma de un jugador amateur de un modesto club de la tercera categoría del fútbol español.

El protagonista fue Javi Gómez, de 33 años, quien marcó un tanto que dio la vuelta al mundo al golpear el balón de espaldas al arco rival y desde fuera del área para hacer un gol antológico.

"Es una falta que saca Álvaro Pérez en diagonal y cuando va llegando el balón escucho a varios compañeros que me dicen que estoy solo. Me da tiempo a pensar y me vino a la cabeza hacerlo y dije: '¿Por qué no?' Fue tremendo", relató hoy a Radio Marca el jugador del Socuéllamos, una localidad situada a unos 170 kilómetros al sur de Madrid.

Gómez reconoció que su teléfono no para de sonar tras su gol ante el Toledo. "Me ha felicitado mucha gente, pero dentro de un día o dos pasará y seguiré con mi rutina", explicó.

Cuestionado sobre la posibilidad de ser nominado al "Premio Puskas" -entregado por la FIFA-, aseguró que no le quita el sueño, aunque en el fondo cree que "sería tremendo, todo lo bueno que venga, bienvenido".

Y agregó con satisfacción: "Lo estoy disfrutando, sobre todo con los compañeros".

Gómez es jugador aficionado de la tercera categoría del fútbol español, conocida como Segunda División B, y está preparando unas oposiciones a Guardia Civil, la policía militarizada. "Por la mañana estudio y repaso, por la tarde me entreno", explicó.

El último "Premio Puskas" ya ofreció una sorpresa al concederse al desconocido jugador brasileño Wendell Lira gracias a su gol de tijera en un partido entre el Atlético GO y Goianesia en el Campeonato Goiano de Brasil.