Al comprar productos en línea los clientes se enfrentan a un juego de azar, pues no existe seguridad de que la mercancía adquirida llegue en tiempo y forma a su destino, aunado a que los portales se deslindan de cualquier daño o robo que suceda durante el envío.

Portales de productos de origen oriental como Alibaba, Aliexpress, o Alipay, cuentan con políticas de uso de sus portales que especifican que no se harán responsables por la entrega tardía, pues es responsabilidad de terceros que prestan sus servicios a estas tienda online.

Las bodegas de donde provienen los productos están ubicadas en el Continente Asiático, lo que los obliga a transportar vía marítima o aérea, por lo que los sitios ameritan el apoyo de empresas de paquetería.

VANGUARDIA realizó una investigación a raíz de una denuncia que llegó a esta redacción, de un cliente que solicitó tres peceras de cristal provenientes de la provincia de Shenzhen y posteriormente fueron trasladadas al aeropuerto de Hong Kong de donde volaron hacia EU.

Al no saber en qué punto fue donde se dañó el producto comprado, la tienda se deslindó de cualquier responsabilidad, por lo que el cliente se ve obligado a aceptar el paquete en las condiciones en que arribe a su destino.