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‘Un periodista amenazado, seguro terminará muerto’
Por las condiciones de riesgo en el país, los periodistas deben de tomar medidas preventivas y no cautelares, consideró el catedrático Roberto Piñón Olivas, quien aseguró que la mejor alternativa para un comunicador amenazado, es sustraerse del país. Agregó que las autoridades deben de agilizar los procesos para otorgar protección.
Piñón Olivas, periodista y profesor de la Universidad Autónoma de Chihuahua, impartió ayer la conferencia “Periodismo de alto riesgo” a alumnos de la Facultas de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Coahuila.
“Los sistemas de información son fundamentales en sociedades democráticas, generan pesos y contrapesos en contra del poder público y el crimen organizado. Esa actividad de contrapeso los coloca a los periodistas en riesgo.
Si ejerce su trabajo como debe de ser, cumpliendo con los cánones éticos, es inevitable que se coloquen en riesgo”, indicó el catedrático.
Ante esa situación, consideró que los periodistas tendrían que asumir medidas anticipadas o preventivas de protección con el objetivo de salvaguardar su integridad, pues aseguró que México es uno de los países más riesgosos para esa profesión. De 2000 a la fecha han sido asesinados alrededor de 280 periodistas.
“Hemos insistido mucho con la Comisión de Derechos Humanos que las medida preventiva son útiles. Un periodista amenazado, muy seguramente es un periodista muerto. Queremos periodistas cubriendo la información con inteligencia, que empieza desde tener ética en el manejo de su información”, detalló.
Por otro lado, aseguró que el Congreso de la Unión también tiene la responsabilidad de incluir en su agenda la protección a periodistas. Puso como ejemplo que debería de modificarse la Ley de Acceso a la Información para hacer más expeditas las respuestas a las solicitudes de información que ingresan los periodistas.
“Me parece que el Estado en esa obligación tiene que generar una reforma a la ley de transparencia para hacer más eficiente el derecho a la información de los periodistas”, dijo. “Yo pienso que la medida más inteligente es sustraerse de la zona de riesgo porque tarde o temprano va a formar parte de la estadística”, concluyó.