Mágico final en el Territorio Santos Modelo, pues con el estadio a “media luz” -la torre Norte se apagó al minuto 89- la afición despidió a sus Guerreros con una hermosa postal en la que los celulares asemejaban un cielo estrellado en el que Santos se llevó una ventaja celestial de 2-1 en base a riñones y corazón.

Los Laguneros viajarán al Estado de México en busca de finiquitar la serie el domingo y hacerse de la sexta.

Fueron los Diablos quienes abrieron el marcador con gol de Luis Enrique Quiñones al 52’, pero Djaniny Tavares (70’) y Julio Furch (88’) le dieron la vuelta.

El Toluca de Hernán Cristante se presentó con un trabuco en la defensiva, dos líneas de 4 elementos hacían imposible la generación de jugadas de peligro para los de Torreón. Además, el objetivo era claro, sorprender de inicio al volcarse al frente con endemoniados ataques.

De hecho, los primeros 5 minutos del partido incluyeron dos postes para los escarlatas.

Santos tomó el control de a poco y también llegó con peligro, pero el primer tiempo terminó sin goles.

Para el segundo, con la misma tónica, a los Diablos les funcionó la estrategia cuando “Cabecita” Rodríguez entregó mal el balón y no hizo por defender. La esférica llegó hasta Quiñones, quien se enfiló sólo frente al marco Guerrero para sólo puntear y vencer a Jonathan Orozco.

Ni Santos ni su afición bajaron la guardia y buscaron a como diera lugar el empate.

Brian Lozano, el jugador del partido, dio el primer aviso con la más clara para los laguneros en todo el partido, aunque el arquero nacional, Alfredo Talavera, resolvió en par de ocasiones.

Fue al 70’ cuando llegó el grito de gol al TSM, Lozano mandó un pase perfecto a Djaniny, el de Cabo Verde se quitó a “Tala” y resolvió con frialdad, aún y cuando tuvo que deshacerse de un defensor escarlata que cerraba los espacios.

Con el 1-1 y el empuje de la gente, Santos no se iba a conformar, Dante Siboldi hizo sus cambios y se fue en busca de la voltereta, la cual llegó al 88’ con otro desborde de Lozano por banda izquierda, desde donde sacó un centro que cruzó el área para que Furch desviara al fondo de las redes y marcara el 2-1.

En ese momento la luz bajó, la Torre Norte de la iluminación se apagó, creando una admósfera perfecta de fiesta.

El árbitro, Fernando Guerrero, decidió continuar el partido (sólo faltaban los agregados) y fue el Santos quien cerró en pie de lucha buscando el tercero mientras su gente festejaba en grande.

Con orgullo, Santos defendió su territorio, se llevó la ventaja y se gana a pulso el mote de Guerreros, pues “aquí nadie nos viene a intimidar”.