Un nuevo tipo de racismo

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Un nuevo tipo de racismo

‘Ese asunto de querer tener una especie de ‘cuota’ de nominados de razas distintas a la caucásica en todas las categorías está cayendo en un extremo peligroso’

1.- Alejandro González Iñárritu está disfrutando los triunfos, premios y ganacias económicas que le está dando su película más exitosa hasta la fecha: El renacido. Protagonizada por Leonardo DiCaprio, nominada a 12 premios Óscar y producida con un presupuesto de 135 millones de dólares, es una cinta en la que la típica historia de “el hombre contra la naturaleza” es opacada por una gran lección acerca de sobrevivir sin importar lo adversas que se presenten las circunstancias. Y aunque el protagonista logra aferrarse a la vida gracias a un ardiente deseo de venganza, el mensaje más trescendente es la certeza que deja en el público de que vivir es una gran oportunidad que no debe desperdiciarse.

2.- La fotografía de Emmanuel Lubezki hecha en locaciones de Canadá y Argentina es luminosa e impecable. La costosa decisión de filmar únicamente con luz natural dejó al equipo de trabajo con muy pocas horas de trabajo al día pero trajo, como recompenza al esfuerzo, una textura visual tan realista y lucidora que se convierte en un personaje más dentro de la producción. No cabe duda que tanto González Iñárritu como Lubezki ya no son cineastas mexicanos sino creadores internacionales que saben manejar con maestría el lenguaje propio del cine universal.

3.- Ahora bien, hablar de Leonardo DiCarpio es un tema aparte. Es cierto que según la opinión pública internacional el actor, nacido en Los Ángeles, California el 11 de noviembre de 1974, ya debería llevarse a casa un Óscar después de una carrera de más de 25 años, tres Globos de Oro, otras cuatro decenas de premios de categoría mundial y ¡seis nominaciones a los premios de la Academia! Aunque definitivamente no se trata de que digan “¡Ándale Leo, llévate esta estatuilla, ya te toca!” la verdad es que el protagonista de Titanic está haciendo una gran interpretación en El renacido. No le pide nada a Eddie Redmayne, su principal rival en la categoria de Mejor Actor por La chica danesa.

4.- La actuación de Leonardo DiCaprio en El renacido tiene todos los ingredientes que adoran los miembros de la Academia. Desde el punto de vista físico: durante las dos horas y 36 minutos que dura la película, Leo aparece horroroso con el pelo largo y enredado, la barba desordenada, vestido de harapos, cubierto de tierra y nieve. Y cuando la osa grizzly lo ataca, todo se pone peor porque a partir de ese momento tiene grandes heridas sangrantes e infectadas por todo el cuerpo. Luego se queda sin hablar por un tiempo larguísimo y cuando su voz vuelve a escucharse tiene una disfonía muy angustiante. Es decir, el opuesto total del niño bonito que nos vendió en las peliculas de su juventud. ¡Estas transformaciones le encantan a Hollywood!

5.- La psicología de Hugh Glass el personaje de DiCaprio en El renacido, también tiene elementos que lo encaminan al Óscar. Es un hombre que no se vence ante las adversidades y tiene muy claros sus objetivos. Por si fuera poco, y a pesar del ambiente tan inhóspito en el que vive, tiene la capacidad de sentir un profundo amor por su esposa y por su hijo quien, por cierto, es producto de una relación interracial. Esto último es otro detalle que ahora se valora muchísimo, sobre todo después de las iracundas declaraciones que hicieron hace unos días algunos afroamericanos, entre ellos Will Smith en las que acusaron de racista a la Academia.

6.- Por cierto, ese asunto de querer tener una especie de “cuota” de nominados de razas distintas a la caucásica en todas las categorías está cayendo en un extremo peligroso que nos lleva a lo que señaló la actriz Charlotte Rampling: (boicotear los premios Óscar) “…es racismo contra los blancos”. Me queda perfectamente claro que cualquier persona talentosa, sea negra, blanca, latina, asiática o de cualquier otro tipo, tiene derecho a premios y reconocimientos por su trabajo. Pero eso de rellenar categorías con unos poquitos de una raza y otros poquitos de otra nada más por ser políticamente correctos, es un ejercicio de falsa diversidad.

7.- Volviendo a Leonardo DiCaprio, es muy probable que esta sí sea su oportunidad de ganar el codiciado Óscar. Su principal competidor Eddie Redmayne ya se ganó el suyo el año pasado y no creo que la Academia quiera repetir el “Efecto Tom Hanks” quien ganó dos estatuillas en años consecutivos por Filadelfia (1993) y Forrest Gump (1994) quien a su vez había emulado a Spencer Tracy y sus premios por Capitánes Intrépidos (1937) y Forja de hombres (1938). Además el machismo que sigue imperando en Hollywood bien puede impedir que un personaje masculino en falda, medias, tacones y accesorios delicados le gane a la recia virilidad que ostenta el personaje de DiCaprio. Negarle el Óscar a Leonardo en este 2016 es decirle en voz alta y a la cara: ¡A ti no te queremos!

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