Un llamado más a salvar Cuatro Ciénegas
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Un llamado más a salvar Cuatro Ciénegas
Una de las mayores riquezas de Coahuila, y del mundo, es el valle de Cuatro Ciénegas. El cual en los últimos años ha estado en riesgo por la voracidad de los empresarios pero también por la displicencia de las autoridades, esto a pesar de los múltiples llamados que se han hecho por diferentes medios para salvar este ecosistema.
El más reciente fue el que hizo el rector de la Universidad Autónoma de Coahuila, Salvador Hernández Vélez, a través de la página change.org solicitando firmas para proteger a la tortuga Bisagra que es una especie endémica y en peligro de extinción.
En su convocatoria, Hernández Vélez menciona que hasta el momento la Conagua no ha hecho nada para evitar que la Poza de la Becerra se esté secando y se devuelva a su caudal original. Este llamado originó que el pasado martes el Congreso de Coahuila emitiera un exhorto a la Comisión Nacional del Agua, a fin de que ponga en marcha acciones para garantizar el volumen de agua al sistema acuífero de las pozas del valle de Cuatro Ciénegas y evitar así el daño a la riqueza de flora y fauna, en especial de la tortuga Bisagra.
En sesión de la Diputación Permanente, la legisladora Azucena Ramos presentó un punto de acuerdo en el que pidió apoyar la iniciativa “Protejamos a David y a la Biodiversidad de la Poza de la Becerra”.
“La sobreexplotación de sus mantos acuíferos ha traído como consecuencia la contaminación del agua, la tierra y con ello la disminución de los niveles de los diversos manantiales y cuerpos de agua que, interconectados entre sí, se afectan en su conjunto, poniendo en grave riesgo la permanencia de especies de flora y fauna endémica”, dijo la diputada.
El tema no es nuevo, e incluso cada vez que se toca molesta a los empresarios lecheros que tienen muchos intereses en el valle y para muchos ambientalistas son los principales responsables de la sobreexplotación de los mantos acuíferos (no sólo de Cuatro Ciénegas, sino también de la Comarca Lagunera que ha generado varios problemas de arsénico en el agua de Torreón y Gómez Palacio, principalmente).
En el año 2007, el entonces presidente Felipe Calderón se comprometió a salvar Cuatro Ciénegas, sin embargo, hasta el momento el avance ha sido prácticamente nulo y por el contrario los ambientalistas advierten que este lugar único en el mundo corre el peligro de desaparecer. La principal amenaza es la extracción de agua sin control para el riego de praderas.
A pesar de que la NASA considera a Cuatro Ciénegas uno de los pocos ecosistemas modelo que permiten entender la evolución de la Tierra primitiva y diseñar estudios en torno a la posibilidad de vida de otros planetas, hasta el momento, las autoridades federales y estatales han hecho muy poco para salvar este ecosistema.
Durante más de una década varias empresas, así como productores privados, han extraído agua sin ningún control en el citado valle.
En Cuatro Ciénegas hay una colección de cuerpos de agua (pozas, ríos y lagunas), aisladas entre sí por desierto, en las que existe una cantidad impresionante de diferentes especies de organismos acuáticos, principalmente crustáceos, peces y caracoles y una diversidad de estromatolitos (especies de piedras vivientes, similares a corales, que son los rastros más antiguos de vida sobre el planeta) de bacterias diatomeas únicas en el mundo, que tienen afinidad con el mar.
En octubre de 2010, las doctoras Valeria Souza Saldívar y Gabriela Olmedo Álvarez, quienes estudian el sitio desde hace 20 años, denunciaron a nivel nacional que El Churince, una de las pozas del sitio que albergaba especies que se separaron de sus hermanas marinas hace más de 220 millones de años, se estaba secando.
Todo esto a pesar de que el 7 de noviembre de 1994, Cuatro Ciénegas fue decretado como área de protección de Flora y Fauna por el gobierno de México.
Hoy se vuelve a hacer un llamado para proteger al valle, hace dos años VANGUARDIA publicó un reportaje donde se denunciaba: “Empresa lechera se adueña de ejido en Cuatro Ciénegas”. Y es que cualquiera que transite por la carretera San Pedro-Cuatro Ciénegas, antes de llegar al valle, verá grandes campos de alfalfa donde los dueños no son los ejidatarios sino empresarios lecheros. Esperemos que este nuevo llamado ahora sí tenga eco y que el tema de Cuatro Ciénegas no sólo se convierta en una denuncia eterna sin respuesta.
@lharanda