Es lo que mostraron las cámaras de seguridad este mes en una empresa de California, cuando detectaron a un sospechoso de robo. Pero al entrar (con copias de las llaves, según la policía de Fresno), el ladrón se detiene un segundo y comienza a bailar.

No sé si es una especie de danza triunfal o si le agarró una necesidad tan fuerte de bailar que tuvo que ponerse a hacerlo antes de proceder con el robo. Pero si se trata de la segunda opción, bueno, le puede pasar a cualquiera. Pues... Quizás no después entrar a robar a un edificio. Eso nunca está bien. Robar también está mal, y es lo que según la policía se puso a hacer este tipo tras su baile. Pero ¿quién de nosotros no sintió alguna vez esa necesidad de ponerse a bailar en una situación poco convencional?

OK, lo entiendo. Supongo que aquí no se trata de decir “¡Ladrones! ¡Son como nosotros!”. Pero no dejo de admirar la capacidad de este de bailar como si nadie lo estuviera mirando en un momento sumamente inesperado. Un buen recordatorio para todos de que debemos encontrarle la alegría a la vida incluso en los momentos difíciles. Y también de que hay cámaras de seguridad por todas partes, así que bajo ningún concepto roben o entren a robar a empresas, por favor.