Un Jetta en el camino
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Un Jetta en el camino
No soy hábil en el conocimiento de marcas de automóviles, es más, no me interesan los automóviles y siempre he procurado la frugalidad en su uso. En las ciudades que visito procuro utilizar transporte público.
En la ciudad en la que vivo sería feliz si pudiera trasladarme en transporte público a los lugares a los que regularmente acudo además de mi trabajo.
A mis hijos les digo que uno no es el coche que tiene y que en ninguna conversación seria te preguntan sobre el automóvil que tienes. Les digo que uno es lo que piensa y lo que hace.
Ya hubo en América Latina un personaje que brilló por su austeridad y buenas prácticas de consumo. Me refiero a José Mújica, presidente del Uruguay del 1 de marzo de 2010 al 1 de marzo del 2015.
El mundo conoció a una persona de gran profundidad intelectual y de hábitos sencillos. Su casa muy modesta podría compararse casi con una casa de interés social en México. Presidió su país de los 75 a los 80 años de edad.
Un libro de su autoría que lo pinta de cuerpo completo es “Cuando la izquierda gobierne”. Con su mujer, la líder política Lucía Topolansky, está casado desde el 2005.
Antes de ser presidente de Uruguay, Mujica llego a ser secretario de Ganadería, Agricultura y Pesca de 2005 a 2008, a pesar de su pasado guerrillero en el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros.
Las frases de Pepe Mújica siguen resonando: “Aprendí que si no puedes ser feliz con pocas cosas, no vas a ser feliz con muchas cosas”. O “Pobres no son los que tienen poco, pobres son los que quieren más y más, infinitamente más y nunca les alcanza”.
En México pareciera que el presidente electo Andrés Manuel López Obrador gusta de la austeridad y la practica con sus hechos. En los tiempos de Vicente Fox, cuando era jefe de Gobierno del Distrito Federal entre el 2000 y el 2005, llegaba en un coche modesto a los eventos públicos. Fui testigo que a un coctel llegó en un Tsuru blanco. Entonces, a nivel internacional fue nombrado el segundo mejor alcalde del mundo.
Andrés Manuel con Rocío Beltrán Medina, su primera esposa, estuvo casado 24 años y en 2006 se casó con Beatriz Gutierrez Müeller.
Para recibir su constancia de presidente electo de México el pasado jueves llegó en un austero automóvil Jetta. Eso me agrada, y también que viva en una casa sencilla.
Sería terrible que se repita el esquema de los hijos de la familia presidencial como lo fue el caso de los Sahagún. Ojalá que los López Beltrán y que el más pequeño de los hijos de apellidos López Gutiérrez sepan manejarse con el estilo del padre.
Destaca la esposa de López Obrador, una mujer con múltiples capacidades que no quiere seguir los estándares de las primeras damas. Bien por ella.
Espero que Beatriz sepa potenciar en su rol de esposa la influencia positiva necesaria en su marido para que tengamos un presidente de la República sensato y con los pies en la tierra, aunque ella tiene todo el derecho de ejercer su intelectualidad en los campos de conocimiento que domina, y el derecho de desarrollar sus habilidades y destrezas personales: hasta canta bonito. Sería lamentable que otra pareja presidencial nos falle.