Un Gobierno municipal inútil

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Un Gobierno municipal inútil

Los anhelos de progreso son estimulantes de toda actividad política dentro de una sociedad, por eso, es preciso reconocer que la política y el progreso son inseparables aunque, para nuestra desgracia, sucede que en Parras de la Fuente llevamos muchos años de malos gobiernos, con munícipes muy cuestionables que han frustrado todo anhelo de progreso y bienestar, y que han degradado toda actividad política tendiente a resolver nuestros problemas para la consecución del bien común.

Y es muy fácil encontrar una explicación de lo que ha pasado con los últimos gobiernos de Parras, en cuanto se ha tratado de empresarios corruptos que jamás debieron incursionar en la política, como es el caso de Evaristo Madero Marcos y Jorge Dávila Peña, los peores alcaldes que ha tenido dicho municipio en toda su historia.

Y no lo dice el suscrito, sino el autor de La Riqueza de las Naciones, Adam Smith, quien sostuvo que todo empresario competitivo en el libre mercado se convierte en el más eficiente creador de riqueza y progreso y que, fuera de ese sistema (entendemos que de su actividad empresarial y metido a la burocracia), se convierte en el más cínico buscador de privilegios y prebendas y, por lo mismo, en un peligroso agente de corrupción política y social.

¿Y por qué ese grave señalamiento de que Madero y Dávila son unos empresarios corruptos? Porque existen pruebas de los latrocinios de estos burócratas sinecuras, vergüenza de la verdadera actividad empresarial, que han envilecido la política en Parras, que han manchado la investidura que alguna vez dignificara don Juan Antonio de la Fuente, canciller, ministro y diplomático inmensurable, como lo hizo el “Coco” Dávila el pasado 15 de septiembre, en completo estado de ebriedad.

Y es que los abusos de Evaristo Madero y del inefable “Coco” están a la vista de todos, basta citar a los empleados de sus empresas que cobran en el municipio, entre muchos, dos casos concretos; Paulino González López, contador de Evaristo que por años ha ordeñado la nómina municipal como, de igual forma, es el caso de Clara Delgado, contadora en los negocios de Dávila Peña con sueldo municipal, la misma que ha sido denunciada en el Congreso local por insultos a los regidores y por su desmedida prepotencia contra los empleados del municipio, todo ello, con el beneplácito de ese alcalde grandote que tiene apodo de estupefaciente.

Así las cosas y parafraseando a Lenin cuando señalaba de idiotas útiles a los que comulgaban con el socialismo, podemos decir que en este caso el idiota más útil para Evaristo Madero y sus secuaces ha sido el mismo pueblo de Parras que por años se ha dejado abusar por tipejos tan venales, los mismos que hoy manipulan a ese idiota inútil que en el Ayuntamiento les sirve de comparsa.

Y que conste que “idiota útil” no es un insulto sino un concepto leninista que se aplicaba a intelectuales que simpatizaban con la URSS, por eso no es posible aplicar eso de “útil” al inane grandulón que hoy sólo sirve para limpiar cebollas en la trastienda de su centro comercial porque, definitivamente, jamás será lo mismo ser grande que estar grandote.