El Arroyo del Pueblo, que atraviesa la ciudad desde la colonia Tanquecito, al surponiente de la ciudad, hasta llegar a Ramos Arizpe, se ha convertido en un gigantesco basurero urbano donde cientos de familias depositan hasta sillones de salas y colchones.

La corriente de este afluente llega a cruzar, en un punto, con el arroyo Ceballos, con el que converge a la altura de la carretera Los Pinos, al norte de la ciudad capital.

Este último arroyo es un escurrimiento que inicia en la Sierra de Zapalinamé; pasa a lo largo del bulevar Luis Echeverría oriente hacia el bulevar Jesús Valdés Sánchez y desemboca en la calle de Tezcatlipoca para luego llegar a la carretera Monterrey y seguir por el camino a Los Vadés, al norte de la ciudad, en donde además se han detectado afectaciones a las casas-habitación ubicadas en esta zona a causa de las inundaciones.

Animales muertos, escombro, aparatos eléctricos y hasta descargas de drenaje se pueden encontrar en ese lugar, además de cúmulos de basura de todo tipo que se ha convertido en una grave problemática ambiental, pues son focos infecciosos que se despliegan en perjuicio de los vecinos que viven en los alrededores de las zonas., aunque en muchos de los casos son ellos mismos quienes arrojan los desechos al lugar.

Esta problemática ambiental requiere de la conciencia colectiva para llevar a cabo prácticas de limpieza en los espacios naturales en donde se divisan verdes paisajes que podrían aprovecharse para la recreación de niños y grandes.

Además, hay que considerar que mucha de la basura encontrada en el recorrido hecho por VANGUARDIA es arrastrada desde el punto de inicio del escurrimiento que se localiza al sur-poniente de la ciudad, en donde, seguramente, hacen falta campañas de concientización para evitar que las familias arrojen sus desechos en las áreas naturales.

¿Lo sabía?

El Arroyo del Pueblo comienza en el ejido La Encantada, pasa por la Universidad Antonio Narro y después por El Álamo, cerca de la Sierra Colorada, hasta integrarse a la mancha urbana donde cambia de nombre al Arroyo de la Barranca y después al Arroyo del Pueblo.

SANCIONES

El artículo 30 del Reglamento de Limpieza del Municipio de Saltillo, señala que la multa a quien sea sorprendido arrojando basura a los arroyos es tipo de 1.5 a 50 salarios minimos vigentes en el municipio.