Un exoplaneta recién descubierto podría explicar la composición de los planetas rocosos
Usted está aquí
Un exoplaneta recién descubierto podría explicar la composición de los planetas rocosos
Un exoplaneta recién descubierto reúne las condiciones para poder convertirse en el lugar ideal donde estudiar la atmósfera y composición interna de los planetas rocosos fuera del Sistema Solar, según un estudio que publica hoy la revista Science.
Gliese 486b es una super-Tierra caliente que orbita una estrella enana roja a solo 26 años luz del Sol. Por su temperatura -430 grados centígrados- no es habitable y su superficie, probablemente, se parece más a la de Venus, con un paisaje caliente y seco, surcado por ardientes ríos de lava.
Sin embargo, reúne los requisitos que permitirán probar los modelos atmosféricos y estudiar las atmósferas en los planetas más allá del Sistema Solar.
Los cálculos realizados con los modelos existentes sugieren que el planeta tiene atmósfera, aunque puede ser más tenue que la terrestre, pero para confirmarlo habrá que esperar al nuevo telescopio espacial James Webb, que se lanzará este octubre, y al Telescopio Extremadamente Grande (ELT), actualmente en construcción.
Un equipo internacional con participación del #CAB descubre con @CARMENES_exopl una super-Tierra caliente que servirá para probar los modelos atmosféricos planetarios.https://t.co/XExvKsHh8I
— Centro Astrobiología (@C_Astrobiologia) March 4, 2021
En cualquier caso, Gliese 486b es un exoplaneta único para la investigación. Su cercanía a nosotros, su tamaño bastante parecido a la Tierra -un radio un 30 % mayor y 2,8 veces su masa- y su temperatura, adecuada para estudiar la atmósfera, hacen de él un planeta "que lo tiene todo", señala a Efe José Antonio Caballero, investigador del español Centro de Astrobiología (CSIC-INTA).
Researchers have discovered Gliese 486 b, the third-closest transiting exoplanet known—and the closest that transits a red dwarf star with measured mass. They say this makes it an ideal candidate to search for an atmosphere and study its habitability. ($) https://t.co/raUNsktHqM pic.twitter.com/2sFsvAa7Nh
— Science Magazine (@ScienceMagazine) March 5, 2021
Gliese puede ser "la piedra Rosetta de la planetología", el modelo en que el que basen las futuras investigaciones, según Caballero, coautor del estudio, en el que participaron más de una treintena de instituciones, lideradas por el Instituto Max Planck de Astronomía (Alemania).
A tan solo 26 años luz de nosotros, astrónomos españoles del @CSIC y el @C_Astrobiologia y de otros países han encontrado el exoplaneta Gliese 486b orbitando alrededor de una enana roja.https://t.co/63VUZo0OUi
— Agencia Sinc (@agencia_sinc) March 4, 2021
En la actualidad, explica, se están estudiando atmósferas de exoplanetas de las dimensiones de Saturno, Júpiter o Neptuno, en orden de tamaño, pero, "al día de hoy, no hemos llegado todavía a hacerlo con los que son de tipo terrestre", pues los que se parecen al nuestro se pueden contar con los dedos de una mano.
En los planetas rocosos como la Tierra, la atmósfera, cuando existe, es una delgada capa gaseosa y, para poder estudiarla con los observatorios de próxima generación, tiene que cumplir unos requisitos específicos.
Gliese 486b también es importante para el estudio de su interior, pues con los datos actuales y conociendo los planetas del Sistema Solar "puedes estimar, más o menos, su estructura interna".
Los cálculos apuntan a que tiene un núcleo metálico, de hierro y níquel (como la Tierra), y un manto de silicato.
Un astronauta en la superficie de ese planeta sentiría una gravedad un 70 % mayor que la que experimentaría aquí, dice Caballero, quien destaca que conseguir estos conocimientos era, "hasta hace pocos años, ciencia ficción".
La detección de este exoplaneta se ha logrado con instrumentos como los espectógrafos hispano-alemán CARMENES, ubicado en observatorio de Calar Alto (España), y Maroon-X (Estados Unidos), así como con el MuSCAT2 (España) y el satélite Tess de la agencia espacial estadounidense NASA.
Con esos datos, no solo se han logrado medidas "ultraprecisas" de su masa y el radio, sino que también se sabe que gira en torno a su estrella en una trayectoria circular cada 1.5 días y a una distancia de 2.5 millones de kilómetros.
Para que un exoplaneta pueda ser observado y estudiar la composición química de su atmósfera, tiene que transitar por delante o por detrás de su estrella desde nuestra visual, lo que produce un pequeño eclipse. La trayectoria de Gliese 486b es, además, "de lo mejorcito para los dos pasos", destaca Caballero.
Además, que esté a solo 26 años luz del Sol "es emocionante porque será posible estudiarlo en mayor detalle utilizando potentes telescopios como el James Webb y el ELT", indica Trifon Trifonov, del Instituto Max Planck de Astronomía, citado en un comunicado del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA).
El conocimiento Gliese 486b es "el paso que hay que dar antes del siguiente nivel -según Caballero-, que es buscar biomarcadores en las atmósferas de los exoplanetas terrestres".
El equipo de expertos ya planea nuevas mediciones, con telescopios en tierra y espaciales, como CARMENES y CHEOPS, para determinar con mayor precisión los parámetros del exoplaneta.
Trifonov destaca que estos nuevos datos les "ayudarán a entender mejor las atmósferas de los planetas rocosos, su extensión, densidad, composición y su influencia en la distribución de energía en los planetas".