Un éxito, corrida guadalupana en la Plaza México en pro de damnificados por sismos

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Un éxito, corrida guadalupana en la Plaza México en pro de damnificados por sismos

José Tomás. Foto: Vanguardia/Cuartoscuro
Joselito Adame, Sergio Flores, José Tomás, 'El Juli' y Pablo Hermoso de Mendoza se brindaron

Un éxito resultó la corrida de toros celebrada en la Monumental Plaza México en pro de los damnificados por los sismos que sacudieron al país el pasado mes de septiembre.

Con el recinto lleno pese al frío Joselito Adame y Sergio Flores cortaron las orejas a sus toros. Adame se reivindicó con una actuación de torero macho, desde la portagayola a la estocada sin muleta, mientras Flores, nuevo consentido de la afición, cuajó la obra más emotiva del evento frente al astado más enrazado.

Gustaron José Tomás, serio y centrado con su enemigo, que borró la imagen difusa de su anterior comparecencia en este coso, y Manzanares, que llevó a cabo una labor de exquisita elegancia. El resto de alternantes tuvieron menos suerte con sus astados.

Adame estuvo fenomenal en el segundo, toro serio de Santa María de Xalpa al que recibió en la Puerta de Chiqueros el torero de Aguascalientes, que puso Insurgentes en ebullición primero con un gran quite con el capote a la espalda y luego con un trepidante inicio de faena con hasta seis pases cambiados. El animal mostró debilidad pese a su buena condición y al torero le tocó remontar primero la condición del toro y luego la actitud del público, y todo lo hizo con nota. Incluso sostuvo la faena cuando el toro se rajó y, muy metido entre los pitones se ganó al cónclave, que pidió las dos orejas tras una estocada trasera cobrada sin muleta.

Muy en Santa Coloma el sexto de Villar del Águila, segundo hierro de Xajay. Toro muy enrazado y faena de mucho carácter de Sergio Flores. No la más bella pero sí la más emotiva del espectáculo. Por la actitud del torero, todo entrega, sin renuncia, y la casta del toro de Javier Sordo. El toro venía por dentro, sin fijar, pero el torero lo muleteó firme, sin renuncias y desde el pase cambiado de inicio, al hilo de las tablas, todo transpiró autenticidad. Después de una gran estocada le llegaron a pedir el rabo.

JOSÉ TOMAS CORTÓ UNA OREJA

Toro alto, largo, con plaza y perfil el tercero de Jaral de Peñas. Lo toreó a pies juntos José Tomás, muy ceñido. No terminó de romper el animal en los primeros tercios, derribó en varas por impericia del piquero y el de Galapagar le bordó un quitazo con el capote a la espalda. Soberbio también el inicio de faena en los medios, por estatuarios, con un pase del desdén tremendo. Muy encajado y muy metido, la faena tuvo dos series con la mano derecha, provocando mucho al toro que no terminaba de romper, y dos con la zurda, las mejores del trasteo, porque el toro se deslizó más por ahí. La segunda parte, tomándolo en corto, fue capaz de llevarlo muy lejos, siempre muy encajado. Faena muy seria, de alta nota salvo con la espada. Por eso sólo cortó una oreja.

Octavio García “El Payo” lidió un sobrero de Jaral de Peñas tras regresar a los corrales el titular de Fernando de la Mora, que no tenía trapío. Toro castaño salpicado de pocas opciones, malo, sin celo, bruto, más bien rajadito, frente al que anduvo digno el queretano, que aún atinó a robarle dos series con la mano derecha, provocando mucho al animal.

 

Toro muy bien presentado, de impecable trapío el quinto de Montecristo, pero que apenas ha durado lo que ha durado el primer tercio. Lo toreó bien Julián López “El Juli” con el capote, le hizo un quite por arriba y el de Germán Mercado llegó a la muleta agarrado al piso, sin recorrido. Insistió el torero sobre la derecha, pero el animal repuso sobre las manos sin pasar, toro vacío, al que liquidó de estocada casi entera.

 

Pablo Hermoso de Mendoza. Foto: Vanguardia/Cuartoscuro

Pablo Hermoso de Mendoza abrió el macrofestejo con un toro de La Joya. Astado muy español, fuerte. No fue malo pero le faltó celo. Lo toreó Hermoso con elegancia, de grupa a pecho varias veces, llegándole, como si diera los ‘muletazos’ de uno en uno, pero estuvo muy desacertado con el rejón de muerte.

Joselito Adame. Foto: Vanguardia/Cuartoscuro