Era el primero de mayo del 2005, cerca de terminar el encuentro, precísamente el minuto 86, cuando Frank Rijkaard decidió que Lionel Messi ingresara al terreno de juego por Samuel Eto'o.

Se disputaba la jornada 35 de la Liga 2004-2005, donde el Barcelona era el líder del torneo y tenía una ventja sobre el Real Madrid. Eto'o salió entre aplausos en el partido, debido a que el conjunto blaugrana vencía 1-0 al Albacete con un gol suyo, pero no sabía que salía por la futura leyenda del Barcelona. 

Desde la banca, el camerunés vio como en los primeros minutos del argentino en el campo convirtió un gol que fue invalidado erróneamente por el silbante para luego hacer historia.

Minutos más tarde, Messi corrió hacia la portería y Dinho vio su desmarque para darle un pase de "cucharita" mientras la "pulga biónica" encaró a la portería y ante la salida del arquero le bombeó el balón para que ingresara a la portería.

Así Messi comenzó a escribir su nombre en el Barcelona, fue a celebrar con Ronaldinho, que le "pasaba la etafeta" de ídolo.

Antes, Messi  había jugado 8 encuentros con 237 minutos en la cancha y se veían buenas cosas, pero el gol no llegó hasta ese primero de mayo del 2005. 

502 goles después, el futbol se rinde a los pies de la leyenda blaugrana.