Los videojuegos son producto del esfuerzo de artistas de muchas disciplinas, incluidos los músicos que crean inolvidables bandas sonoras para contar estas historias. Además, su importancia en la cultura pop ha ido en constante aumento desde las pasadas décadas y así también lo ha hecho la relevancia de la música en este ámbito.

Por esto, y para acercar el trabajo de la Orquesta Filarmónica del Desierto (OFDC) a una audiencia más amplia, se celebró el jueves 1 de marzo el ya tradicional Concierto de Música de Videojuegos en el Teatro de la Ciudad Fernando Soler.

El repertorio que ofrecieron incluyó los títulos más representativos del líder de esta industria, Nintendo, con música de Mario Bros, The Legend of Zelda, Donkey Kong, Pokemon, Star Fox y Kirby, aunque también contó con piezas de otros clásicos como Duck Tales, Runescape, Megaman y SimCity, además de obras más recientes de la serie Uncharted y del popularísimo League of Legends, entre otros, para un evento que duró cerca de dos horas.

Sin embargo, en esta ocasión Natanael Espinoza preparó un espectáculo diferente, con una sorpresa que involucró al público: dieron la oportunidad de que miembros de la audiencia subieran al escenario a jugar los videojuegos cuya música se estaba interpretando.

Así, en la última pieza antes del intermedio, el director visitante, Juan Tucán Franco invitó a un fan de The Legend of Zelda a jugar el primer título de esta serie, acompañado en vivo por la música del juego a cargo de la OFDC.

Lamentablemente, al parecer los nervios le ganaron a este joven que, al verse frente a un auditorio lleno no supo qué hacer en el juego y más que ofrecer un buen espectáculo se encontró perdiendo constantemente en el primer nivel.

Este detalle no lo pasó por alto el director, quien, al terminar el intermedio y continuar con la dinámica, pidió que pasara alguien del público que “le guste jugar Zelda pero que sepa jugar Zelda”, ante las risas de todos los presentes.

En esta ocasión subió un adolescente a quien le tocó jugar la más reciente entrega de la serie, Breath of the Wild, con la orquesta interpretando de fondo una variación del tema “Great Fairy’s Fountain”, demostrando que él sí tenía más conocimiento sobre las mecánicas del juego en cuestión.

Pero esta actividad no se redujo a una serie de Miyamoto, pues más adelante subieron a dos pequeños niños a jugar de manera cooperativa Donkey Kong Country, que aunque también perdían constantemente, su edad los escudó de las burlas.

Y por último, antes de continuar el concierto con normalidad se “armaron las retas” de Super Smash Bros Melee, juego de peleas con los personajes más icónicos de Nintendo, entre dos miembros de la audiencia y uno del staff, al ritmo de la obertura de este juego.

El objetivo de este tipo de eventos es ofrecer un repertorio diferente que cree mayor interés sobre la música de orquesta. Prometeo Murillo, Gerente General de la OFDC,  comentó que en los conciertos normales se logra una ocupación del teatro de entre el 50 y 60 por ciento de su capacidad total (alrededor de 600 asistentes).

Este número, sin embargo, se duplica en ocasiones como la de este jueves, que logran un lleno total y demuestran su eficiencia al proveer un incremento de alrededor del 30% en el siguiente concierto de la temporada.

La próxima presentación de la OFDC será el 15 de marzo en el Paraninfo del Ateneo Fuente, como parte de los festejos por el 75 aniversario de la Facultad de Jurisprudencia, en el cual, nos adelantaron, se tocará la 3ra Sinfonía de Beethoven entre otras piezas. La entrada a este concierto será gratuita.

¡Bandas sonoras inolvidables!

> El Concierto de Música de Videojuegos incluyó temas como: Mario Bros, The Legend of Zelda, Donkey Kong, Pokemon, Star Fox y Kirby.
> El siguiente recital de la OFDC será el 15 de marzo en el Paraninfo, gratis.