Un Coahuila de carniceros y reses, pero no de ciudadanos

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Un Coahuila de carniceros y reses, pero no de ciudadanos

Amén de otras excentricidades por las cuales Coahuila es reconocido allende las fronteras, en los próximos días podríamos convertirnos en el estado que abre un Museo de la Cultura Taurina, luego prohíbe las corridas de toros, y finalmente vuelve a autorizarlas.

Todo esto en un periodo de nueve años.

Lo anterior supondría que somos una entidad pujante, viva, inquieta y en eterno movimiento. Por ello transita de un extremo a otro en menos de una década.

Nada más alejado de la realidad.

Experimentamos, por el contrario, una política de patos y escopetas. Políticos que un día son gallos de pelea y al siguiente un plumero. Donde los carniceros de hoy serán las reses de mañana.

Así, un funcionario con poder prohíbe una actividad, cuando puede, en detrimento de un rival (pongamos que hablo de Armando Guadiana, principal promotor de la Fiesta Brava). Las circunstancias cambian y éste último, venido a más, a punto está de echar abajo la prohibición y dar la vuelta a la tortilla.

Como si jugaran a las caiditas y el estado fuese su ring.

No defiendo la Tauromaquia. Sin embargo es importante analizar el asunto desde un ángulo poco explorado: la toma de decisiones. Me refiero concretamente al proceso, subjetivo y parcial, que adoptan los gobernantes para generarlas.

Hace nueve años “la tradición torera en la ciudad de Saltillo” representaba un “importante legado”, tanto que se creó un recinto cultural para venerarla. Lo entrecomillado, cabe señalar, lo tomé de la página www.humbertomoreira.com.mx, sitio donde el ex Gobernador resalta los logros que, a su juicio, consiguió durante su gestión. En el caso que nos ocupa, inaugurar el Museo de la Cultura Taurina el 25 de julio de 2009.

En cambio el 4 de agosto de 2015 su hermano, Rubén Moreira, envió al Congreso del Estado una Iniciativa de Decreto para prohibir las corridas de toros en territorio coahuilense, misma que finalmente reformó la Ley de Protección y Trato Digno a los Animales pero exceptuó “rodeos, carreras de caballos, charrería y las peleas de gallos” sin explicar por qué.

¿No es maltrato animal lazar por las patas a un potrillo que va galopando hasta hacerlo caer? Si somos más papistas que el Papa, estirar una vaquilla del rabo hasta que se desplome o ponerle una cuchilla en las patas a un emplumado para que mate a otro, qué significa entonces.

Y esta semana, como un deja vu, inició el proceso legislativo para contrarreformar y revertir la referida abolición.

Lo interesante es que, en uno y otro caso, las exposiciones de motivos lucen plagadas de proposiciones basadas en filias y fobias, no en datos técnicos y comprobables.

“En el caso mío, nunca hubo un rechazo, manifestó hace un mes el mandatario estatal Miguel Riquelme (VANGUARDIA, 07/08/18). Lo peligroso es que, bajo la mesa, los toros sean moneda de canje para negociar algo más importante y peligroso. El fracking, por ejemplo.

Ahora bien, si analizado el tópico los diputados locales consideran que el espectáculo daña, aunque tiene afición bastante que lo soporte, la solución sería que también contribuyan. ¿Por qué no financiar un Hospital General de Veterinaria en Saltillo y otro en Torreón con parte de las ganancias que generen  las corridas de toros? Así sacarían lo mejor de lo peor.

¿Por qué no producir, en lugar de impedir llanamente?, ¿por qué no visualizan el área de oportunidad?

Si se trata de suplir las prohibiciones, ¿qué ofrecen a cambio?

CORTITA Y AL PIE

El quid de la cuestión en éste, como en otros temas, es que una minoría se manifiesta en contra, otra minoría se manifiesta a favor, y a la gran mayoría le da igual. La intolerancia de los Taurófobos contra la intolerancia de los Taurómacos, en resumen.

LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS

La inercia nos ha llevado a ser un estado de carniceros y de reses, pero no de ciudadanos. Los que un día fueron martillo, hoy son yunque. Y viceversa.

Por lo demás, nadie considera qué quiere, exactamente, la gente de Coahuila.

¿Quiere algo?, en realidad.

@luiscarlosplata