Un avance vital para extender la sobrevivencia

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Un avance vital para extender la sobrevivencia

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Un proyecto que estudia el ADN de personas centenarias, logra detectar una hormona y dos fármacos asociados a la longevidad

“¿Sus médicos nunca le recomendaron que dejara de fumar?”, le preguntaron a la neoyorkina Helen Kahn poco antes de cumplir los 100 años. “Sí, claro, los últimos cuatro médicos que me atendieron me recomendaron dejar de fumar, pero ya se murieron”, respondió Helen, quien fumó durante casi 95 años. Ella falleció tras una vida larga y saludable, pocas semanas antes de cumplir 110 años.

Su hermano, Irving Kahn, fue una leyenda de Wall Street, donde empezó a trabajar en la Bolsa de Nueva York poco antes de la Gran Depresión de 1929. Y siguió yendo a su trabajo como analista financiero hasta poco antes de su muerte, en 2015, a la edad de 109 años. Antes habíaº muerto su hermano Peter, a los 103, y su hermana Lee, a los 101.

En fin, estos cuatro hermanos de 110, 109, 103 y 101 años de edad, formaban parte de un proyecto dedicado a localizar los genes de la longevidad.

“Los hermanos Kahn demostraron que tenemos la capacidad de vivir hasta los 110 años de manera saludable, señala el geriatra Nir Barzilai. Los cuatro tuvieron muy buena salud hasta el final de su vida. Lo que también viene a demostrar que existe un factor genético asociado a la longevidad”, explica Barzilai, quien dirige el Instituto para la Investigación del Envejecimiento, en la Escuela de Medicina Albert Einstein, de Nueva York.

Barzilai, nacido en Haifa (Israel) en 1955, tuvo una juventud muy ocupada como médico del Ejército israelí. Participó en 1976 en una misión de rescate de 102 judíos secuestrados por palestinos en el aeropuerto de Entebbe (Uganda), trabajó en un campo de refugiados durante la Guerra de Camboya hasta 1980 y ayudó a levantar una aldea en territorio de los zulúes, en Sudáfrica, en 1983.

Ahora, Barzilai dirige el proyecto titulado ‘Los Genes de la Longevidad’, un ambicioso estudio dedicado a investigar el material genético de 670 personas que han vivido 100 años o más. Todos son judíos asquenazíes, una población históricamente homogénea que constituye un laboratorio perfecto para estudiar la genética humana. El estudio arrancó en 1998.

“Los hermanos Kahn, ya han muerto, pero su ADN sigue hablando de cómo fue su larga vida”, señala el doctor Barzilai.

El factor principal
“El 60% de los hombres centenarios que estamos estudiando, y el 30% de las mujeres centenarias, han fumado durante un largo periodo de su vida. Casi el 50% de ellos fueron obesos y menos del 50% hizo ejercicio. De hecho, un alto porcentaje de ellos nunca hizo nada saludable. Pero tienen genes que los protegen. Y tenemos que encontrar esos genes para beneficio de la humanidad”, proclama Barzilai.

“Los hermanos Kahn”, relata el doctor Barzilai, “tenían una mutación en un gen asociado a altos niveles de colesterol bueno. Y hay muchas personas con esa mutación entre los centenarios que estamos estudiando. Las personas que presentan esa mutación tienen, además, menos probabilidades de sufrir alzhéimer”, señala el médico israelí. 

En un Congreso Geriátrico, efectuado recientemente en Madrid, el doctor Barzilai adelantó un nuevo hallazgo: “los ponis  viven más que el resto de los caballos. Y los perros pequeños viven más que los grandes.

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“Yo pensaba que esto no ocurría en los humanos, pero estaba equivocado”, dice Barzilai.  

“De hecho, de esto se deriva algo muy importante”, señala el médico: “más de la mitad de los centenarios que estamos estudiando tienen bajos niveles de la ‘Hormona del Crecimiento Humano’ (HCH), y esta característica es más común en las mujeres que en los hombres (¿por eso ellas viven más?). 

Las mujeres que tienen bajos niveles de HCH tendrán vidas más largas que las mujeres con niveles altos de la hormona”, subraya Barzilai.

En otras palabras, podría decirse que un nivel bajo de la ‘Hormona del Crecimiento Humano’, es lo que lleva a que las personas tengan vidas más largas y saludables.

El nuevo ensayo
Hacia el final de este verano, el doctor Nir Barzilai pretende comenzar una nueva investigación clínica cuyos resultados podrían revolucionar la medicina geriática.

La hipótesis que pretende probar el doctor Barzilai en el nuevo estudio, es que las enfermedades asociadas al envejecimiento —como el cáncer, el alzhéimer, los ataques cerebrales y los problemas cardiovasculares— se pueden retrasar en bloque. Y Barzilai cree que el fármaco conocido como metformina, tiene la capacidad de retrasar ‘en bloque’ las enfermedades del envejecimiento.

La metformina es un fármaco muy utilizado en la actualidad para controlar la cantidad de azúcar en la sangre en pacientes con diabetes tipo 2 (pero en este caso no se pretende  estudiarlo para la diabetes sino para la longevidad). 

El ensayo, que costará 70 millones de dólares, reclutará 3 mil personas de entre 65 y 80 años. La mitad de ellas tomará metformina, y la otra mitad de los participantes no tomará nada.

El equipo de Barzilai cree que la metformina retrasará las enfermedades del envejecimiento respecto al grupo de control. Pruebas en animales y datos epidemiológicos en humanos asocian la metformina a una mayor longevidad y a menos casos de cáncer, alzhéimer y enfermedades cardiovasculares.

“Si la metformina demuestra que puede extender la esperanza de vida”, dice Barzilai, “al ser un fármaco genérico y barato cuya seguridad está sobradamente demostrada, ‘abrirá la puerta’ a ensayos con otros fármacos prometedores contra el envejecimiento, como es el caso de la rapamicina”.