Un argumento a favor de la legalización de la mariguana
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Un argumento a favor de la legalización de la mariguana
La sentencia de la SCJN la cual permite a cuatro miembros de la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante, la producción, la posesión y el consumo personal de mariguana, es un primer paso de un largo proceso para lograr la legalización completa de algunas drogas blandas, entre ellas la mariguana.
Es un primer paso, porque los consumidores aún tienen que sortear una serie de obstáculos legales e institucionales para consumir mariguana de manera legal, entre otras cosas, deben hacer una solicitud formal a la Cofepris, que se las niegue, tramitar un amparo, que les otorguen el mismo, conseguir las semillas de manera “legal” (en caso de que ello sea posible), esperar a que crezcan las plantas y exponerse a un arresto, porque con los actuales métodos de la Policía, suena lógico que los suban a la patrulla a pesar de los alegatos y que los terminen soltando un par de días después, cuando se den cuenta de que el mentado amparo que dijo el ciudadano que tenía, era real.
Lo que se requiere en realidad es que la resolución de la SCJN detone un debate en el Congreso, que lleve a legalización de algunas de las drogas blandas, de no ser así, cualquier medida intermedia es mejor que el estado actual, pero insuficiente para generar cambios socialmente positivos.
Hay muchas personas que con justa razón ven peligros inherentes en la legalización de la mariguana y otras drogas, por ello, tomaron con recelo la decisión de la SCJN, sin embargo, aún para quienes no somos consumidores, dicha resolución podría tener efectos positivos en caso de que se permita no sólo el cultivo y consumo para uso personal, sino también la libre comercialización.
Para entender mejor la afirmación anterior, tenemos que partir de una realidad, producir drogas es muy barato, pero los riesgos inherentes al comercio ilegal generan distorsiones en los precios de mercado, al grado que los márgenes de ganancia pueden ser hasta un 1000% superiores al precio de producción.
Dicho lo anterior en palabras sencillas, la prohibición le da a las organizaciones criminales acceso a un caudal gigantesco de dinero, con el cual pueden corromper autoridades y comprar armas para realizar otras actividades delictivas.
Lo que propiciaría la legalización es la desaparición de las distorsiones de mercado. No sólo acabas con el oligopolio en la producción y permites que otros puedan ofrecer un producto a un precio menor y con mayor calidad. Sino que además, como el precio disminuiría de manera abrupta, le estaríamos quitando una importante fuente de ingresos a las organizaciones criminales, es decir, tendrían menos dinero para corromper funcionarios y para armar a sus sicarios.
A lo anterior debemos agregar que desde hace varios años se observa una tendencia de consumo a la baja en EU y Canadá existe de la mariguana producida en México, ya que ésta ha sido sustituida por la producción interna.
El surgimiento de leyes que permiten el consumo medicinal y recreativo en varios Estados, así como el hecho de que la DEA haya sacado de sus prioridades el combate a la mariguana, ha provocado la proliferación de miles de sembradíos lícitos e ilícitos, en donde se pueden producir cepas de mayor calidad que las que se cultivan en México.
Es decir, que en EU y Canadá la regulación de los mercados y la libertad de producción de facto terminaron por desplazar al producto mexicano. En palabras simples, las organizaciones criminales de nuestro país ya no pudieron competir ni en precio, ni en calidad.
Por ello, si extrapolamos la experiencia de Estados Unidos y Canadá a nuestro país y permitimos la libre producción, consumo y venta, es previsible que los usuarios le compren a productores legales, que además les venderán el producto a menor costo, mayor calidad y con menos riesgo.
A pesar lo anterior y a manera de colofón, se tiene que reconocer que la completa legalización de la mariguana no es la panacea y la misma tampoco constituirá un golpe fatal a los ingresos de las organizaciones criminales ya que los mermaría, pero aún tendrían muchas entradas monetarias, como la venta de otras drogas, en especial la cocaína, opio y metanfetaminas, así como en menor medida las extorsiones, secuestros o robo de hidrocarburos.
También es importante mencionar que el consumo de mariguana se elevaría al menos en los primeros años. Cuando el precio de un producto disminuye, la venta del mismo tiende a elevarse, pero la experiencia de otras regiones como Holanda o Colorado nos indica que el incremento en el número de usuarios no es exponencial y es manejable.
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@victorsanval