A un año del devastador "Harvey", miles siguen en el limbo en Texas

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A un año del devastador "Harvey", miles siguen en el limbo en Texas

Fotografía de una vivienda abandonada en el oeste de Houston, Texas. Un año después del devastador paso del huracán Harvey por Texas, cientos de residentes del estado siguen sin poder regresar a unas vivienda. Foto: EFE
"Harvey" fue el ciclón tropical lluvioso más feroz que ha tocado el país norteamericano desde que comenzó el conteo en 1880.

El huracán "Harvey" fue el primero de categoría mayor en tocar tierra en la devastadora temporada de 2017. Llegó sorpresivamente y causó inundaciones nunca antes vistas en Texas, Estados Unidos. Un año después, miles de personas siguen tratando de recuperarse del golpe.

Aunque su formación comenzó el 17 de agosto, su verdadera potencia se consolidó una semana después, cuando en un lapso de apenas 36 horas pasó de ser una depresión tropical a un huracán con vientos sostenidos de más de 210 kilómetros por hora, alcanzando la categoría cuatro (de cinco) en la escala Saffir-Simpson. El día 26 tocaba tierra.

"Cuando ya se había debilitado, empezamos a ver que sus remanentes tomaron fuerza y en muy poco tiempo se convirtió en huracán. Un huracán que en pocas horas tomó consistencia", dijo a dpa en Miami el meteorólogo del Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés), Anthony Reynés.

El tiempo no fue suficiente para alertar a miles de personas en la costa del Golfo de México que corrían un peligro inminente de inundación. "Las evacuaciones son algo de lo que tenemos que aprender año tras año. La verdadera preocupación es que muchos las omiten y esta vez no fue la excepción", reconoció Reynés.

Las imágenes aéreas mostraron el impacto de "Harvey", que en pocos días descargó en algunos puntos de Texas hasta 1,250 litros de lluvias por metro cuadrado, un récord para el territorio continental estadounidense, donde el promedio anual es de 715 litros por metro cuadrado.

No en vano, "Harvey" fue el ciclón tropical lluvioso más feroz que ha tocado el país norteamericano desde que comenzó el conteo en 1880. Su fiereza generó más de medio centenar de tornados que se extendieron con las precipitaciones por los estados de Luciana, Misisipi, Alabama y Tennessee.

Al menos 68 personas murieron por los efectos directos de "Harvey"  en cuatro días de recorrido por el sur de Texas, más de 100,000 viviendas sufrieron daños y la recuperación, que sigue, ha costado por lo menos 125,000 millones de dólares, según el reporte final del NHC.

Houston, la urbe más poblada del estado y cuarta mayor del país, sufrió inundaciones y hasta una explosión en una fábrica química, mientras que Beaumont quedó sin suministro de agua por varios días y Port Arthur, ubicada a unos 160 kilómetros al oriente de Houston, quedó completamente bajo el agua.

Las dos ciudades corrieron con suerte y en pocos meses vieron nuevamente sus calles despejadas y las viviendas reparadas. Lo contrario pasó con el puerto, donde la recuperación ha sido lenta pese a los esfuerzos del Gobierno federal y estatal.

Allí, ocho de cada 10 viviendas quedaron averiadas o destruidas tras el paso de “Harvey".

"Me recomendaron rezar", dijo recientemente a la revista local "Texas ObserverBeatrice Sanders, una mujer de 71 años que ha esperado durante casi un año la ayuda gubernamental "suficiente para reconstruir la casa" en la que vivió por más de 20 años.

Sanders reside desde septiembre de 2017 en una casa rodante que la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) le suministró como vivienda temporal sumada a 17,000 dólares en efectivo para arreglar los daños que sufrió su propiedad.

Sin embargo, para ella el dinero no es suficiente debido a que el costo estimado de la reparación de su casa ronda los 69,000 dólares, situación que no es exclusiva de Sanders sino de gran parte de Port Arthur, un poblado que ya intentaba recuperarse de los huracanes "Rita" en 2005 e "Ike" tres años después.

La FEMA ha aprobado 376,000 aplicaciones individuales de asistencia por un valor de más de 1.600 millones de dólares de los cuales han sido entregados 880 millones.

Organizaciones sin ánimo de lucro como Coastal Bend Food Bank (CBFB), que se dedica a la recolección de alimentos que podrían ser descartados por fabricantes, mayoristas y minoristas, mantiene la ayuda a los damnificados 12 meses después de la emergencia.

"Esto se convirtió en una nueva normalidad para nosotros: no permitir que nadie pase hambre a causa de los efectos del huracán", dijo la directora del CBFB, Bea Hanson, en diálogo con el periódico local "Caller Times”.

"Todavía estamos en modo de recuperación. Nuestra despensa móvil sigue distribuyendo alimentos en las áreas afectadas en donde todavía hay familias que luchan sin trabajo estable ni hogar", señaló.