A telón abierto, el escenario del Paraninfo del Ateneo Fuente se praparaba para escuchar las composiciones de cuatro de los más grandes de la música académica, Mozart, Beethoven, Vivaldi y Verdi, a cargo de la nueva Orquesta de Cámara de la Universidad Autónoma de Coahuila.

El público esperaba ansioso el momento de recibir al Director Efraín Esperilla, mientras los músicos dejaban listas las partituras.

Los músicos afinaban su instrumento, luego el silencio albergó el recinto por algunos segundos, que fue remplazado por el aplauso que recibía al Doctor Efraín Esperilla, quien tomo lugar en el escenario mientras la pianista Laura Valdés se preparaba para guiar el Allegro del Concierto número 20 para Piano y Orquesta, de Mozart. Posteriormente dos ejércitos de cantantes entraron al escenario, el primero por la pierna lateral del escenario y el segundo por en pasillo de la sala. Se trataba del Coro de Cámara de la Escuela Superior de Música, quienes en conjunto con la orquesta interpretaron Gloria in Excelsis Deo de Vivaldi, seguida por la interpretación de una de las piezas más famosas de Verdi, conocida como el Brindis de La Traviata, en la voz de la soprano Cintli Lucía Cruz Sánchez y el tenor Andrés Hernándes Ontiveros. Para el cierre del programa, la orquesta eligió el Primer Movimiento Adagio-Allegro con Brio de la Sinfonía No 1 en Do Mayor op. 21 del compositor alemán, Ludwig Van Beethoven.

La Orquesta para el desarrollo de nuevos talentos
Efraín Esperilla es director artístico, pianista, compositor, catedrático, investigador y profesor de Tiempo Completo de la Escuela Superior de Música comentó que fue con el apoyo de la Coordinación General de Difusión y Patrimonio Cultural y La Escuela Superior de Música, que surge hace nueve meses, la OCU, como una respuesta a una necesidad imperiosa: el desarrollar y equipar eficientemente a estudiantes atrilistas de la Escuela Superior de Música, los cuales no contaban con una agrupación sinfónica”. Hacía falta una orquesta, es como una escuela de medicina sin hospital, ¿Dónde van a trabajar los muchachos sus habilidades, necesitan tener una agrupación que los discipline que los haga convivir en armonía”. Comentó Esperilla en entrevista con VANGUARDIA.

El músico aseguró que se queda con la satisfacción de haber reunido a los jóvenes “parece muy complejo pero sí se pueden hacer las cosas, para mí antes de empezar el concierto ya habíamos ganado por que los muchachos habían estado ensayando y porque la gente de la Filarmónica vino a apoyarnos voluntariamente, eso ya es un éxito”. 

Los Solistas 
Tres de los protagonistas de la noche comentaron sobre su experiencia en el debut de la nueva orquesta, la pianista Laura Valdés, la soprano Cintli Lucía Cruz y el tenor Andrés Hérnández. Valdés, de séptimo año, comenzó a tocar el piano en la infancia, cuando sus padres la llevaban a una academia, fue ahí donde se dio cuenta de que ese es el camino que seguiría. “Es la primera vez que tocó con orquesta como solista, lo que quise fue darles un regalo a los que me estaban escuchando”.

Por su parte, originaria de Ciudad Acuña, Cintli Cruz y el saltillense Andrés Hernández resultaron seleccionados a partir de un concurso interno en la Escuela Superior de Música, para elegir a los solistas encargados de interpretar una pieza en el concierto.  Para Andrés la música es su principal pasión, el estudiante señaló la importancia de contar con una orquesta representativa “una gran parte de la preparación de un cantante es presentarse con una orquesta, porque nos enfrentamos al hecho de que somos nosotros contra 60 músicos, es por eso que nos enriquece mucho el estar practicando esto”.