Más de un minuto de aplausos recibieron los miembros del Estudio de Ópera de Coahuila quienes, en colaboración con artistas de la Secretaría de Cultura y la Universidad Autónoma de Coahuila lograron el reto de presentar en una sola noche las tres óperas que conforman “El Trítptico” de Giaccomo Puccini.

Tres años de paciente montaje le tomó al equipo dirigido por Alejandro Reyes-Valdés y Gabriel Neaves realizar esta hazaña, pues la obra del italiano en muy raras ocasiones se presenta en su totalidad, con compañías que prefieren presentar una o dos de las piezas que la componen.

En 2016 comenzaron el viaje con “Suor Angelica” y un año después hicieron lo mismo con “Gianni Schicchi”, gracias a lo cual fueron familiarizando al público y creando expectativa sobre este eventual espectáculo.

La función del pasado viernes 23 de noviembre fue asimismo el estreno de Il Tabarro, la última de las tres que el Estudio no había presentado, lo cual presentó un reto adicional para los artistas, y aunque fue bien recibida la reacción que provocó en el público no se comparó con las siguientes.

Aunado a ello, la escenografía cargó toda la acción hacia la zona izquierda del escenario, lo que representa una fatiga visual para la audiencia del Teatro de la Ciudad.

En contraste, las otras dos obras demostraron la experiencia que directores, productores y artistas adquirieron en los pasados dos años. El conmovedor drama de Suor Angelica y la cómica historia de Gianni Schicchi mantuvieron la atención de los asistentes, quienes aguantaron las casi 4 horas que duró el evento, con intermedios de 20 minutos entre cada puesta.

Y nuevamente, así como en sus respectivos estrenos durante el festival Toi Toi Toi, Alejandra López-Fuentes y Thamar Villarreal, en los roles protagónicas de las obras antes mencionadas, se llevaron la noche.

Este espectáculo destacó además por ser, junto con el que llevó a cabo la Ópera Metropolitana de Nueva York esa misma noche, el único en el mundo en celebrar el centenario del estreno de “El Tríptico” de Puccini, lo que lo coloca además como un acontecimiento histórico realizado en el marco del 61 aniversario de la Universidad Autónoma de Coahuila y su primer Festival de las Artes.