Tyson Fury cumple lo que promete. El peleador británico predijo un KO y noqueó en el séptimo episodio a Deontay Wilder para coronarse como monarca de los completos del CMB

Fury lanzó una avalancha de golpes en el séptimo asalto y la esquina del norteamericano tiró la toalla ante el bestial castigo que recibiía Wilder. 

Fury se convirtió en el campeón de peso Completo del Consejo Mundial de Boxeo en el segundo intento frente a Wilder, a quien durante toda la semana previa amenazó con noquear a más tardar en el segundo episodio.

“El rey ha regresado a lo más alto del trono“, afirmó Fury.

Tyson Fury dominó la pelea de principio a fin. Comenzó ofensivo desde el primer round, pero en el tercer asalto, un derechazo volado a la oreja casi manda a la lona a Wilder, quien sintió que se doblaban las rodillas, pero alcanzó a recuperarse.

Sin embargo, un minuto después en ese mismo tercer episodio, se fue al suelo con otro bombazo de derecha que siguió a una recta de zurda.

Fury siguió atacando sin parar en el cuarto; Wilder de nuevo fue al piso, pero el réferi Kenny Bayless marcó resbalón. Se veía mal físicamente, casi sin lanzar golpes.

El irlandés no frenaba. Apenas terminaba de sonar la campana del quinto asalto cuando un gancho al hígado de nuevo hizo temblar a Wilder, quien un minuto más tarde sufrió su segunda caída oficial de la noche.

Fury parecía tenerlo; Wilder casi cae por segunda vez en ese mismo quinto round. Pero entre las cuerdas y el réferi impidieron que así sucediera.

El sexto round fue parecido a los anteriores y era cuestión de tiempo para que el norteamericano cayera definitivamente. 

Eso ocurrió hasta el séptimo, donde la esquina lanzó la toalla. 

“Estoy bien. Estas cosas pasan“, señaló Wilder. “El mejor hombre ganó esta noche. Pero mi esquina tiró la toalla y yo estaba listo para ponerme mi escudo. Muchas cosas pasaron antes de llegar a esta pelea. Pero no tengo excusas. Él tuvo un gran desempeño. Regresaré más fuerte“.