Las compras de pánico empezaron desde la llegada del COVID-19 a México y afectan principalmente a artículos de higiene o médicos como jabones, desinfectantes, gel antibacterial, papel de baño, guantes de látex y cubrebocas.

Tanto la Secretaría de Salud como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras dependencias nacionales e internacionales señalan que los cubrebocas quirúrgicos (los más comunes y fáciles de encontrar, de color azul y material delgado) no protegen del COVID-19.

Esto se debe a que están hechos de un papel muy fino y como las partículas del coronavirus son muy pequeñas, pueden pasar fácilmente. Además, su uso incorrecto puede incrementar las posibilidades de contagio.

Solo deben utilizarlos las personas enfermas, para evitar que se propaguen los virus  o bacterias a través de estornudos y tos, y el personal de salud en las clínicas.

La OMS recomienda el uso de la mascarilla N95, pues protege el rostro mediante un sistema de sellado y filtra hasta 95% de las partículas en el aire.

Si estás enfermo y no encuentras cubrebocas en ninguna tienda o farmacia, puedes hacerlo en tu casa con materiales baratos. Cada uno tiene un costo aproximado de 60 centavos. La Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) lanzó un tutorial sobre cómo hacerlo.

Materiales

1.- Medio metro de pellón de grosor medio F800, A500 o #87.

2.- Resorte tubular o plano delgado. También puede usarse elástico.

3.- Hilo

4.- Aguja

5.- Tijeras

6.- Regla

7.- Lápiz

Procedimiento

1.- Traza rectángulos de 20 por 15 cm para adultos o de 18 por 12 cm para niños.

2.- Toma un trozo de tela y dobla un centímetro de los extremos más cortos y cóselos con el hilo y la aguja.

3.- Toma el resorte tubular o el elástico y corta entre 60 y 70 cm en el caso de los adultos y entre 50 a 60 cm para los niños. Quema los extremos para evitar que se deshilache.

4.- Inserta el resorte en los dobleces de la tela y amarra los dos extremos.

Tips

No utilices un pellón muy grueso, porque es más complicado de manejar y puede dificultar la respiración.

Tampoco es recomendable usar tela común, porque es más probable que la saliva la atraviese y se propague el virus.

Los cubrebocas deben cambiarse hasta tres veces al día, en cuanto humedezcan, y deben desecharse adecuadamente: quita el resorte, deposita la tela en una bolsa de plástico y tíralo a la basura.