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Turbulencias de las Bolsas chinas arrastran a los mercados europeos
La nueva suspensión de la cotización de las Bolsas de China arrastró hoy a la baja a los mercados europeos, donde se registraron caídas cercanas al tres por ciento.
El Dax alemán comenzó la jórnada perdiendo más de un 3% y actualmente la caída es de un 3.56%, situándose así en los 9.850,22 puntos, por debajo de la barrera psicológica de los 10,000.
Especialmente afectado se vio el sector automotor germano, con caídas de entorno al 4% en BMW, Daimler y Volkswagen, ya que China es el mayor mercado automovilístico del mundo, de gran importancia para los fabricantes alemanes.
En Londres, el índice FTSE 100 caía un 2,7% a última hora de la mañana (local), perdiendo 162.4 puntos, hasta situarse en los 5.911. El IBEX 35 español, por su parte, retrocedió un 2.58%, hasta los 8,960,30 puntos.
Las operaciones en las Bolsas de China volvieron a ser suspendidas hoy, después de que se registraran fuertes caídas por segunda vez en la semana. Los mercados en Shanghai y Shenzhen habían caído previamente más de un siete por ciento después de sólo 30 minutos de operaciones, tras una nueva devaluación de la moneda china, el yuan, que alcanzó su nivel más bajo en casi cinco años.
A partir de esto se volvió a aplicar el mecanismo establecido a principios de año, que prevé una suspensión de 15 minutos en las operaciones ante una bajada de más del 5% y de todo el día cuando es de más del 7%. La medida ya fue aplicada el lunes, por primera ven en la historia, después de que el principal índice del país, el China Securities Index (CSI), cayese también más de un 7%.
Esta medida excepcional se adoptó después de que el año pasado la extrema volatilidad de los mercados chinos provocara una intervención a gran escala por parte de las autoridades.
La suspensión de las Bolsas chinas de hoy repercutió en otros mercados asiáticos. En Tokio, el Nikkei 225 bajó casi un dos por ciento, mientras que en Hong Kong el índice Hang Seng cayó más del 2.5 por ciento.
Los inversores se mostraron también preocupados por la nueva devaluación del yuan, que podría indicar a una mayor debilidad de la economía china de lo que se desprende actualmente de las estadísticas oficiales, apuntó el analista de mercados de Broker IG Angus Nicholson.
También la reserva de divisas está disminuyendo en el gigante asiático. Según comunicó el Banco Central de China, en diciembre las reservas eran de 3.33 billones de dólares, 108.000 millones menos que el mes anterior y la cifra más baja de los últimos tres años.
El precio del petróleo cayó hasta los 32 dólares, el nivel más bajo desde hace 12 años. Otras materias primas, como los metales industriales o los productos agrarios, también se vieron impulsadas a la baja.
También cayeron las monedas de países con gran implicación en la producción de materias primas y por tanto, muy relacionadas con China, como el dólar australiano y el canadiense. La divisa más beneficiada fue el yen japonés, considerado un "puerto seguro" en momentos de crisis. La moneda nipona se situó en su cotización más alta respecto al dólar desde agosto y desde abril respecto al euro.
Sin embargo, subieron los considerados como "valores seguros": el precio de la onza de or (unos 31.1 gramos) subió hasta los 1,096 dólares estadounidenses. Desde que empezó 2016, el precio del oro aumentó 35 dólares.
También se vieron beneficiados los bonos del Estado de países como Alemania, Reino Unido o Suiza.
En este contexto, el inversor estadounidense George Soros recordó los comienzos de la crisis económica y financiera. "Yo diría que esto se puede convirtir en una crisis", afirmó durante un acto en Sri Lanka. "Cuando observo a los mercados financieros, veo graves problemas. Me recuerda a la crisis que tuvimos en 2008".