El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió hoy en Nueva York con jefes de empresas tecnológicas de Silicon Valley, como Microsoft y Amazon, con el fin de hablar sobre todo acerca de la creación de empleos y el crecimiento económico.

Trump pidió a estas empresas, sobre todo a Apple, producir más en el país. El futuro presidente señaló que quería escuchar nuevas ideas: "Llamen simplemente a mi gente, llámenme a mí, no hay diferencia. No tenemos una cadena de mando formal aquí", dijo. Del encuentro participaron también sus hijos Ivanka, Donald Jr. y Eric.

La relación de varios ejecutivos con Trump fue difícil durante la campaña. Muchos de ellos apoyaron a la candidata demócrata, Hillary Clinton.

Entre los invitados a la reunión en la Torre Trump de Nueva York estuvieron, entre otros, los jefes de Apple, Microsoft, la empresa de Google Alphabet, Amazon y Tesla, es decir, Tim Cook, Satya Nadella, Larry Page, Jeff Bezos y Elon Musk, además de la jefa de IBM Ginni Rometty. El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, envió a su gerente general Sheryl Sandberg en su representación.

Uno de los pocos inversores de Internet que apoyaron a Trump fue el cofundador de Paypal, Peter Thiel, quien también participó en el encuentro. Trump tuvo un enfrentamiento especialmente duro con el nuevo jefe de Amazon, Bezos, a quien pertenece el "Washington Post", crítico con el mandatario electo en el último tiempo.

Trump dijo que se encontraba allí para ayudar a las empresas tecnológicas. "No hay nadie como ustedes en el mundo", señaló.

También estuvo presente el jefe de Intel, Brian Krzanich. El jefe de Twitter, Jack Dorsey, no fue invitado, según indicaron los medios, a pesar de que esa fue la plataforma a través de la cual Trump hizo campaña en gran parte.

La creación de nuevos empleos fue una de las principales promesas de campaña de Trump. La mayor parte de las empresas tecnológicas producen en China. Éstas afirman que no lo hacen sólo por los costos salariales más bajos, sino también por la cercanía con las cadenas de proveedores y la gran oferta de empleados jóvenes con motivación.

Por su parte, las empresas tecnológicas piden hace tiempo una reforma impositiva, de modo de tener que pagar menos que el 35 por ciento actual por las ganancias en el exterior. Los impuestos recién se hacen efectivos cuando el dinero ingresa en Estados Unidos, por lo que se acumulan ganancias millonarias en el exterior.