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Trump retoma ataques contra presentadores de TV y la prensa
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retomó hoy por tercer día consecutivo sus ataques en Twitter contra dos destacados presentadores de noticias, sugiriendo sin evidencia que su canal es tendencioso en su contra.
La serie de insultos del presidente ha hecho que políticos de ambos partidos lo exhortaran -aparentemente en vano- a dejar de lado los ataques personales en 140 caracteres y enfocarse en dirigir al país.
Trump fustigó a Joe Scarborough y Mika Brzezinski del programa “Morning Joe” a través de Twitter. Desde su club de golf en Nueva Jersey escribió: “Loco Joe Scarborough y estúpida Mika no son mala gente, pero su programa de bajo rating es dominado por sus jefes de NBC”.
Crazy Joe Scarborough and dumb as a rock Mika are not bad people, but their low rated show is dominated by their NBC bosses. Too bad!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 1 de julio de 2017
El presidente también dijo en un tuit el sábado en la mañana que la conocida periodista de TV Greta Van Susteren perdió su programa nocturno en MSNBC porque “¡se negó a acoplarse al odio a Trump!”. MSNBC informó esta semana que Van Susteren, que previamente fue anfitriona en Fox News, sería reemplazada.
Word is that @Greta Van Susteren was let go by her out of control bosses at @NBC & @Comcast because she refused to go along w/ 'Trump hate!'
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 1 de julio de 2017
NBC no quiso comentar sobre los tuits sabatinos del presidente. “Morning Joe” acaba de concluir el trimestre con el mayor nivel de audiencia en la historia del programa. MSNBC no dio una razón oficial para reemplazar el programa de Van Susteren, sin embargo, este iba atrás en los ratings comparado con otros shows.
Esta semana Trump recibió condenas de todo el espectro político y social por sus tuits en que trató a Brzezinski de “loca” y que “sangraba de un estiramiento facial” cuando los vio en Florida. Los conductores del canal de cable MSNBC dijeron que Trump mintió acerca de su encuentro en diciembre y cuestionaron su “obsesión enfermiza” con el programa.
Los anfitriones, que son pareja dentro y fuera de pantalla, también dijeron que la Casa Blanca les dijo que una historia sobre ellos en el National Enquirer dañina para su relación podría “desaparecer” si telefoneaban al presidente y se disculpaban por los duros comentarios. Trump rápidamente los contradijo en Twitter.