Donald Trump escuchará la noche de este martes (local) la réplica a su primer discurso ante el Congreso estadounidense en español y de boca de una joven inmigrante sin papeles a la que Barack Obama protegió de la deportación.

Astrid Silva, una activista de Las Vegas a la que sus padres llevaron ilegalmente en Estados Unidos junto con ellos cuando era niña, fue elegida por el Partido Demócrata para responder al mandatario. Habrá también réplica en inglés, a cargo del ex gobernador de Kentucky Steve Beshear.

Silva tiene 28 años, de los cuales lleva 24 viviendo en Estados Unidos, ya que llegó al país, cruzando el río desde México, junto con su madre, cuando tenía cuatro. "Este es un momento crucial para la comunidad inmigrante y para los latinos. Estoy emocionada por dar la respuesta en español de los demócartas al primer discurso ante el Congreso del presidente Trump", ha dicho.

Es una de los aproximadamente 750,000 jóvenes indocumentados que llegaron a Estados Unidos de niños junto con sus padres y a los cuales Obama protegió de la deportación y dio permisos de trabajo temporales tras ver fracasado su intento de aprobar una reforma migratoria.

La llegada de Trump a la Casa Blanca ha sumido a los "dreamers" (soñadores), como se los conoce popularmente, en la incertidumbre y la ansiedad, ya que la administración cuenta con todos sus datos, lo que los hace fácilmente localizables.

"Sabemos que (Trump) ha estado hablando más cordialmente sobre los 'dreamers', pero al mismo tiempo está firmando órdenes ejecutivas que ponen en peligro a muchos de esos estudiantes", dijo Silva a medios estadounidenses.

Trump prometió en campaña acabar con DACA, las siglas por las que se conoce el programa de Obama para los "dreamers", pero de momento no ha hecho nada. Su Administración los dejó fuera, mencionándolos explícitamente, de los memorandos con los que la semana pasada desarrolló las dos órdenes ejecutivas de Trump sobre inmigración y seguridad froteriza y los cuales abrieron la puerta a las deportaciones masivas. Ellos, sin embargo, no se fían.

Silva hablará la noche de este martes de su propia experiencia como inmigrante indocumentada, hija de inmigrantes indocumentados. Ya lo hizo en julio en la Convención del Partido Demócrata, en Filadelfia.

No será la única hispana ni la única inmigrante que estará en Capitol Hill presenciando el primer discurso de Trump desde su toma de posesión, el 20 de enero. Con los planes del republicano en marcha para expulsar a millones de inmigrantes sin papeles, congresistas y senadores del Partido Demócrata invitaron a acompañarlos a la sesión conjunta de las dos cámaras a indocumentados y "dreamers".

Se trata de que el nuevo presidente vea a todos frente a él cuando levante la vista del papel de su discurso, en el que uno de los puntos que se espera que aborde es su mano dura con la inmigración.

Entre los invitados de los demócratas estarán también esta noche los hijos -ambos nacidos en Estados Unidos y por ello con nacionalidad estadounidense- de una mexicana deportada este mes tras haber pasado la mayor parte de su vida en Estados Unidos.

Guadalupe García de Rayos se convirtió hace poco menos de tres semanas en un símbolo de las deportaciones en la era Trump.

La mujer sin papeles nunca había sido considerada como prioritaria para la deportación desde que en 2008 fue arrestada por utilizar un número de la seguridad social falso, pero esta vez, en la cita rutinaria con los oficiales de inmigración, fue detenida y expulsada a México un día después.

"Creemos que es importante que Donald Trump vea a la gente víctima de sus políticas desastrosas", manifestó el congresista Rubén Gallego, que junto con su colega Raúl Grijalva invitó a los dos hijos de García de Rayos.

El discurso que el presidente de Estados Unidos pronunciará en sesión conjunta del Senado y la Cámara de Representantes esta noche es habitualmente el discurso sobre el estado de la Unión. Pero el primero tras las elección de un mandatario no se llama así porque lleva poco tiempo en el cargo como para hacer balance.

Trump hablará sobre sus planes de Gobierno y, con los índices de popularidad más bajos de un presidente al inicio de su mandato, intentará convencer de la gestión que tiene por delante.