Los empleadores estadounidenses agregaron 235.000 puestos de trabajo en febrero y los salarios aumentaron a un ritmo saludable, un signo de que la economía permanece sólida tras casi ocho años de recuperación.

El Departamento de Trabajo dice que la tasa de desempleo pasó de estar en 4,8 porciento a un bajo 4,7.

Trump ha aprovechado estas buenas noticias para reivindicarse y dejar atrás las encuestas que sugieren que su popularidad ha disminuido en los primeros meses de gobierno.

Otra buena noticia para Trump ha sido que  la tasa de participación en la fuerza de trabajo se elevó a 63 por ciento, la más alta desde hace diez meses. Ese salto es una indicación de que las personas que han estado al margen se están reincorporando al mercado de trabajo.