Trump, crisis de opioides, cortinas de humo y chivo expiatorio

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Trump, crisis de opioides, cortinas de humo y chivo expiatorio

¿Por qué Trump escogió este momento político para abordar el problema del creciente número de muertos por sobredosis?

Tuvo lugar una gran reunión de alto impacto mediático, el escenario, la Casa Blanca donde el presidente Donald Trump abordó el gran problema de la crisis de opioides. Un discurso que pretendía sacudir a Estados Unidos, mientras sus políticas siguen sin frenar la crisis que mata a 50 mil estadounidenses al año, fundamentalmente blancos en los estados que le dieron el triunfo electoral, pero del que no queda a salvo ningún estado y que llega a jóvenes y viejos sin importar el color de piel con un impacto menor. Frente a la responsabilidad de las farmacéuticas en la utilización de opioides en medicamentos contra el dolor, poco se dice y menos se limita. Mucho dinero en juego para las campañas electorales.

¿Por qué Trump escogió este momento político para abordar el problema del creciente número de muertos por sobredosis de opioides? Coincidió con dos cuestiones: el fin de la construcción de los prototipos de muro en la frontera con México de los que deberá escoger al ganador y un problema mayor detonado por el amplio y documentado reportaje de "The Washington Post", en el que muestra la colusión entre los políticos y la gran industria farmacéutica, en gran medida responsable de la crisis mediante los medicamentos para aliviar el dolor, utilizando opioides que después provocan adicciones, y que son utilizados para continuar adicciones. Ese reportaje hizo que se derrumbara la nominación de Tom Marino, representante republicano de Pennsylvania, propuesto por Trump como Zar de las drogas. Canceló su nominación, la documentación presentada sobre cómo Marino encabezó el apoyo a las farmacéuticas, obstruyendo el trabajo de la DEA en contra del mercado negro de distribución de opioides.

Las muertes por sobredosis de opioides se han triplicado desde 2002. Según afirma el editorial de "The New York Times", en 2015 se estimaba en 2 millones los estadounidenses adictos a los opioides y en cerca de 600 mil a la heroína. Los estados y los condados sufren gravemente por la insuficiencia de recursos para enfrentar emergencias, tratamientos de rehabilitación y esfuerzos de prevención, mientras las farmacéuticas acumulan ganancias por millones de millones de dólares y financian elecciones. Tratamiento light del problema en el discurso. En el mes de julio, la Comisión creada por Trump y encabezada por el gobernador Chris Christie para abordar el problema hizo una serie de recomendaciones preliminares, comenzando por declarar una crisis nacional que apenas declaró Trump el jueves, antes del informe definitivo de la Comisión el miércoles próximo. El presidente se adelanta.
La declaración de emergencia nacional pareciera una cortina de humo desde dos puntos de vista. El primero, porque pasaron tres meses sin acciones sustantivas frente a las recomendadas por la Comisión, la segunda porque el "gran discurso" de Trump se presenta a menos de una semana de un informe definitivo de la Comisión de Christie que pondrá en evidencia todo lo que no se ha hecho ya, no digamos en tres meses sino en nueve meses, desde el inicio de la Presidencia de Trump. Cortina de humo para salirle al paso a políticas que lo evidenciarán. México, chivo expiatorio para justificar la construcción del muro, que no detendrá el flujo de heroína mientras la demanda sea tan elevada en EU.

Finalmente, Trump tiene las soluciones mágicas: abordar el problema con el presidente chino Xi Jinping en su próximo viaje para detener el flujo de opioides y acelerar la construcción del muro con México para evitar que pase la heroína desde nuestro país.

Trump pensaba nombrar a Tom Marino al frente de la Oficina Nacional de Políticas de Control de Droga, aliado de las grandes farmacéuticas responsables del uso de opioides para aliviar el dolor e impulsar la drogadicción. Y las farmacéuticas y los médicos que recetan frecuentemente píldoras para aliviar el dolor que se transforman en necesidad de opioides que demandan las víctimas. Hay un problema grave sin política ni recursos económicos para enfrentarlo. Ni China, ni el muro con México van a solucionar el problema en EU.