Trump, contra todos en las primarias republicanas

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Trump, contra todos en las primarias republicanas

El magnate inmobiliario Donald Trump. Foto EFE
El martes Trump venció en cuatro de las cinco primarias republicanas y dio un gran paso en su objetivo, pero todavía le queda mucho por delante.
"La influencia que tiene y tendrá su candidatura en los republicanos y el sistema político estadounidense es significativa"...
Jacob Parakilas, Chatham House

Donald Trump no sólo consiguió los 99 delegados de las primarias republicanas de Florida, sino que expulsó a Marco Rubio de la carrera por la nominación. Sin embargo, le resultará difícil lograr la mayoría para convertirse en candidato de las elecciones estadounidenses de noviembre. ¿Se atreverá el dividido Partido Republicano a lanzar un golpe contra él?

En el breve discurso que ofreció en su club privado de Palm Beach, el magnate inmobiliario intentó mostrarse como un hombre de Estado y aseguró que quiere reconciliar al Partido Republicano.

El martes Trump venció en cuatro de las cinco primarias republicanas y dio un gran paso en su objetivo, pero todavía le queda mucho por delante. Tras las votaciones de Florida, Illinois, Ohio, Misuri y Carolina del Norte, el Partido Republicano se enfrenta a una situación aún más complicada de la que ya estaba.

El partido parece dirigirse hacia una dura lucha en la convención de Cleveland, en la que se nominará al candidato. Según apuntaron hoy algunos comentaristas, los republicanos están ante un "potencial baño de sangre".

Con su victoria en al menos cuatro de los cinco estados que se votaban el martes, la demócrata Hillary Clinton parece avanzar directa hacia la candidatura. Pero la situación es muy distinta entre los republicanos. La batalla se dirime entre dos sectores: Donald Trump y los anti-Trump. Al parecer, en Ohio hubo demócratas que votaron en las primarias republicanas sólo para frenar a Trump.

El magnate neoyorkino quiere evitar precisamente esa confrontación. Está intentando conseguir apoyos entre sus adversarios internos y el "establishment", a quienes en los últimos meses fustigó sin pausa.

Ya ha mantenido conversaciones telefónicas con el poderoso presidente de la Cámara de los Representantes, Paul Ryan, así como con el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell. Se trató de "buenas conversaciones", afirmó, destinadas a intentar conseguir la paz en una campaña que parece haberse convertido en una "guerra civil" en el seno del Grand Old Party.

Pero seguramente Trump ya ha azuzado demasiado la guerra como para lograr ahora la paz. Se han visto escenas violentas en sus actos, investigaciones policiales sobre sus negocios y parte de Estados Unidos y del extranjero ha sentido vergüenza ajena.

"La influencia que tiene y tendrá su candidatura en los republicanos y el sistema político estadounidense es significativa", apunta Jacob Parakilas, experto del instituto de análisis londinense Chatham House. La repercusión es catastrófica.

La victoria del republicano John Kasich en su estado natal, Ohio, influirá en las matemáticas para la nominación, incluso tras la victoria de Trump en Florida, su triunfo claro en Illinois, ajustado en Carolina del Norte y al parecer también mínimo en Misuri.

En las elecciones que quedan, el populista Trump necesita conseguir al menos el 60 por ciento de los delegados restantes para alcanzar la cifra mágica de 1,237 y llegar a la mayoría absoluta en Cleveland. Por ahora ni siquiera ha logrado el 50 por ciento y aunque siga subiendo no tiene la victoria asegurada.

El magnate inmobiliario Donald Trump (c). Foto EFE

Si consigue acercarse a los 1,237 delegados, a sus adversarios les resultará difícil evitar que sea el candidato sin arriesgarse a una revolución de sus seguidores. Cuanto más se aleje de esa cifra, más probable será que intenten "derrocarlo". Lo único claro es que la disputa entre los republicanos se alargará hasta junio. Y será un todos contra todos.

Kasich, que matemáticamente no tiene posibilidades, especulaba precisamente con ese escenario al afirmar: "Yo soy quién más posibilidades tiene contra Hillary Clinton". "Kasich tiene una, y sólo una posibilidad: una convención abierta en la que emerja como el candidato más preparado para enfrentarse a Clinton", apuntó Allan Lichtman, profesor en la Universidad Americana de Washington.

Entre los demócratas se plantea la pregunta de cuánto tiempo podrá y querrá resistir todavía el adversario de Clinton, Bernie Sanders. Tras perder en Ohio e Illinois, matemáticamente apenas tiene posibilidades. "No creemos que el senador Sanders pueda ganar", afirmó la portavoz de Clinton, Jennifer Palmieri.

Sin embargo, Sanders afirmó en varias ocasiones que está dispuesto a llevar su "revolución política" hasta el final y recaudó tanto dinero a través de los pequeños donativos de sus seguidores que financieramente puede llegar a la convención.

Pero en opinión de los expertos, el senador demócrata no es bueno para su partido. "Bernie Sanders es el mejor amigo que alguna vez tuvieron los republicanos", afirmó Lichtman. Según las encuestas, Trump no puede derrotar a Clinton en las presidenciales de noviembre. "Eso sólo puede hacerlo Bernie Sanders", aventuró.