El presidente de EU respondió a las duras críticas que le había lanzado el candidato republicano a la Casa Blanca por negarse a usar el término “islam radical” y subrayó que la estrategia contra grupos terroristas como el ISIS no es cuestión de “etiquetas”

"La frase islam radical no es mágica. Eso no es una estrategia", enfatizó Obama, visiblemente enojado, en un discurso desde el Departamento del Tesoro, tras reunirse con su Consejo de Seguridad Nacional para revisar la estrategia contra el grupo yihadista Estado Islámico tras la matanza de Orlando.

"¿Qué se conseguiría exactamente usando esa etiqueta? ¿Qué cambiaría exactamente?", se preguntó Obama al calificar de "distracción política" el debate en torno al uso del término islam radical, asociado a grupos como el ISIS.

Según Obama, "llamar a una amenaza con un nombre distinto no hace que desaparezca".

Tras la masacre del domingo pasado en una discoteca de Orlando (Florida) donde murieron 49 personas, además del presunto autor de los disparos, que había jurado lealtad al ISIS, Trump exigió actuar con "dureza e inteligencia" contra el "terrorismo radical islámico" y pidió la renuncia de Obama.

El polémico magnate aseguró entonces que Obama "debería renunciar" por negarse a usar la expresión islam radical.

En su discurso de hoy, Obama contraatacó, visiblemente molesto, y aseguró que su rechazo a usar esa frase no era una cuestión de corrección política, sino que obedece a su objetivo de no convertir la lucha contra los terroristas en "una guerra entre el islam y Estados Unidos", que es precisamente lo que, a su juicio, buscan grupos como el ISIS.

Sobre el autor de la matanza, Obama afirmó que era, aparentemente, un joven "enfadado, perturbado e inestable" que se radicalizó, al reiterar que no hay indicios de implicación de un grupo terrorista extranjero en el ataque.

Este tipo de "lobos solitarios" son "muy difíciles de detectar" y, por lo tanto, sus ataques "son muy difíciles de prevenir", subrayó Obama.

El presunto autor de la masacre es Omar Saddiqui Mateeen, un estadounidense de 29 años de origen afgano que iba armado con un fusil de asalto y una pistola. El ataque a la discoteca Pulse de Orlando, frecuentada por homosexuales, es la mayor matanza con armas de fuego de la historia del país.