Una era llegó a su fin. El presidente del PRI, Manlio Fabio Beltrones, presentó su dimisión. A los 10 meses de ser elegido, el político que representa como pocos las esencias del priísmo, cayó  víctima de los malos resultados electorales cosechados el pasado 5 de junio. 

El descalabro, que barrió al partido de cuatro gubernaturas que jamás habían conocido otro color, fue entendido como una señal de su alejamiento de una sociedad civil cada vez más autónoma y crítica. 

“Los electores dieron un mensaje a políticas equivocadas y a políticos que incurrieron en excesos. Ante la sanción de la sociedad es oportuno parafrasear a Luis Donaldo Colosio: ‘Lo que los gobiernos hacen, sus partidos lo resienten”, afirmó Beltrones al presentar su renuncia.

Pese a algunos pasajes de distanciamiento con el presidente Enrique Peña Nieto, Beltrones fue designado en agosto de 2015 como presidente del PRI: con una meta preparar las presidenciales de 2018. Pero este prometedor viaje, en el que alguno incluso entrevió la candidatura de Beltrones, quedó frustrado el pasado 5 de junio.

En juego estaban 12 gubernaturas, nueve de ellas bajo control del PRI. Al final de la noche, el partido de Peña Nieto se quedó sólo con cinco. En el camino perdió cuatro bastiones que jamás habían pasado por otras manos. Como remate, el PAN obtuvo siete estados: su mejor resultado en la historia.

El golpe tumbó a Beltrones. Su estrategia había buscado defender el suelo rocoso del PRI. Ganar por la mínima, con la esperanza de que la dispersión de voto le favoreciese. El resultado fue bien distinto. Los escándalos de corrupción, la baja valoración presidencial y la incapacidad de ofrecer un proyecto atractivo habían jugado a la contra. 

“La vida y la política imponen retos que no siempre está en manos de uno resolver; pero hay que asumir con responsabilidad las consecuencias”, afirmó.

La dimisión abre la incógnita de la elección del sucesor. Su nombre definirá el verdadero rumbo que tomará el partido que aún vertebra la mayor parte de México. Y también la estrategia de la campaña de 2018. 

Y priístas en Coahuila guardan silencio

La renuncia de Manlio Fabio Beltrones a la presidencia nacional del PRI –luego de la derrota electoral en siete de 12 entidades? dejó ‘mudos’ a sus militantes en Coahuila, pues tras ser buscados por VANGUARDIA no respondieron a solicitudes de entrevista para fijar una postura ante la salida del líder tricolor. 
 
Diputados locales, federales, senadores, líderes del partido a nivel estatal y municipal, así como líderes de asociaciones ligadas al PRI, fueron buscados sin que hubiera una respuesta o posicionamiento.
Asimismo hasta el cierre de edición no pudo ser localizado el coahuilense  Alejandro Gutiérrez, secretario adjunto a la Presidencia Nacional del PRI.

La única postura local fue divulgada cerca de las 23:00 horas a través de un boletín de prensa. 
En este comunicado, el PRI de Coahuila se pronunció por la unidad interior del partido, por lo  que expresó su respeto ante la decisión de Beltrones. 

“La unidad nos hace fuertes y debe prevalecer ante cualquier decisión o circunstancia; el priismo de la entidad respeta la determinación de Manlio Fabio Beltrones de renunciar a la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional”, atribuyó el boletín a la presidenta Verónica Martínez.

Asimismo, a través de su cuenta de Twitter, el presidente Enrique Peña Nieto reconoció el trabajo del sonorense.

Con información de Karla Tinoco y El País