El "sí" triunfó hoy en la consulta popular impulsada por el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, en la que los ciudadanos fueron llamados a pronunciarse sobre siete temas políticos, sociales y medioambientales, entre ellos la posibilidad de poner fin a la reelección indefinida de las autoridades.

Escrutadas el 73.49 por ciento de las actas, el "sí" ganaba en todas las preguntas con entre un 63 y 74 por ciento de los votos, una tendencia que se consideraba irreversible.

La mayoría de la población, un 63.69 por ciento, se pronunció a favor de cerrar las puertas a la reelección indefinida, mientras que un 35.46 por ciento se manifestó en contra.

La votación se produjo en medio del actual enfrentamiento entre el presidente Moreno y su ex aliado y actual adversario político del movimiento Alianza País, el ex presidente Rafael Correa, quien siempre consideró el plebiscito inconstitucional.

Tras la jornada electoral de hoy, la Constitución será modificada de modo que, de ahora en más, sólo se permitirá una reelección. De esta forma, Correa, que fue presidente entre 2007 y 2017 -y que logró que durante su Gobierno se aprobara la reelección indefinida- ya no podría ser candidato a la presidencia del país.

De las siete preguntas, la que obtuvo el mayor porcentaje de aprobación (73.93 por ciento) fue la que planteaba la eliminación de los derechos políticos de los sentenciados por corrupción.

Una vez conocida la victoria del "sí", Moreno dijo que los resultados se debían al diálogo abierto por él desde el inicio de su gestión con todos los sectores nacionales. "Votar es también dialogar; les agradezco por su participación cívica", dijo en una primera evaluación rodeado de su gabinete y de autoridades nacionales.

"La victoria del 'sí' abre caminos, es hora de volver a abrazarnos", señaló en un llamado a la reconciliación de los ecuatorianos. Moreno indicó asimismo que, tras los resultados, la Asamblea Nacional pondrá en marcha, en un periodo de 30 días, "los mecanismos para las reformas pertinentes", tanto de la Constitución como de las leyes.

Por su parte, el ex presidente Correa, que lideró la campaña por el "no" a la consulta popular, felicitó a sus seguidores y anunció que su lucha política sigue adelante. "Ningún movimiento por sí solo puede lograr el 36 por ciento alcanzado, peor en tan poco tiempo y en lucha tan desigual. La lucha continúa. No podemos aceptar en un Estado de Derecho tamaño rompimiento constitucional", escribió en Twitter.

En entrevista con la cadena venezolana Telesur, Correa se proclamó incluso triunfador. "Sacar un 36 por ciento contra la extrema derecha, un cerco mediático increíble, con un partido político que nos robaron y un CNE totalmente parcializado...estos resultados son un triunfo", afirmó.

Además de preguntar por la reelección indefinida y la eliminación de los derechos políticos de los sentenciados por corrupción, el plebiscito interrogó a los ciudadanos sobre temas como la no prescripción de delitos sexuales contra menores, la prohibición de la minería metálica, la derogación de la Ley de Plusvalía - un instrumento legal que genera un impuesto para la compra-venta de inmuebles, en algunos casos de hasta el 75 por ciento de su valor-, la ampliación de zonas intangibles y la conformación por elección popular del organismo que designa a las autoridades de control.

La votación se desarrolló con normalidad y en el marco de una alta participación de los 13 millones de ecuatorianos habilitados. De acuerdo con el CNE, un 74 por ciento de los empadronados votaron, la cifra de mayor asistencia registrada jamás en unas elecciones en Ecuador.

La consulta había generado gran polémica porque proponía cambios en algunos puntos que fueron clave durante el Gobierno de Correa, como la reelección indefinida.

Al buscar dejar sin efecto estas políticas, Moreno transparentó su objetivo de marcar distancia con su antecesor y hacer un gobierno con su propio estilo, menos confrontativo.

Correa, por su parte, cuestionó durante la campaña el envío directo de la consulta a la CNE sin esperar un pronunciamiento de la Corte Constitucional. Además, considera que prohibir la reelección indefinida de presidentes es un retroceso de derechos.

El ex mandatario llegó a denunciar la situación ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), organismo al que en su momento cuestionó duramente e incluso incumplió algunas de sus resoluciones relativas a la libertad de expresión.

La polémica afectó la unidad del Movimiento Alianza País (AP), gracias al cual Correa y Moreno llegaron a la presidencia, que quedó dividido en dos. Esta ruptura quedó patente también en la Asamblea Nacional.