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Triplete de Luis Suárez da color a un gris Barcelona
BARCELONA.- Un triplete de Luis Suárez el día que celebró el primer aniversario de su debut como azulgrana rescató a un Barcelona gris ante el Eibar (3-1), en un partido en el que el conjunto vasco se puso por delante y en el que demostró por qué se mantenía invicto con visitante en esta temporada.
Una vez más, al Barça le tocó remar contra corriente en el Camp Nou. Le ocurrió contra el Bayer Leverkusen, ante el Rayo Vallecano y hoy frente al Eibar. Los tres le pasaron la mano por la cara en los primeros minutos y no parece casualidad.
Eibar inició con un disparo desde el vértice del área que no creo problemas a Bravo, al ir demasiado centrado.
Una volea de Luis Suárez que pegó en el exterior de la red de la portería de Riesgo fue la réplica azulgrana, pero ya empezaban a intuirse complicaciones para los locales.
El Eibar armó un contragolpe de la nada y Keko se plantó solo ante Bravo. Su disparo forzado se estrelló contra el portero chileno, pero el rechace acabó en Borja Gastón, el hombre gol del equipo vasco, que no perdonó.
Un pase preciso de Sergio Busquets pasó por encima de la defensa vasca para que Sandro, en posición dudosa, lo cazara, en lo que fue el origen del gol del empate, justo cuando se llegaba al ecuador de la primera mitad.
El punta canario conectó el balón sin dejarlo caer para convertirlo en un centro de primera intención que Luis Suárez cabeceó en el área chica para hacer imposible la estirada de Riesgo.
Pero el Barça ya no haría nada más destacado en la primera mitad. En cambio, el Eibar tuvo el segundo antes del descanso, en una jugada entre Borja Bastón y Keko, a quien Bartra le sacó, casi en la línea de gol, un tiro escorado.
Neymar y Suárez salieron de nuevo al rescate al inicio de la segunda mitad. El brasileño hizo suya la banda izquierda para acabar regalándole el balón al uruguayo, que fusiló en el centro para hacer el 2-1 a los tres minutos de la reanudación.
Otra conexión entre ambos, a cinco minutos del final, finiquitó el partido. Entre uno y otro gol, el público del Camp Nou solo encontró el tedio.
Eibar, aunque no perdía la compostura y seguía defendiéndose bien, ya no inquietaba a Bravo, y el Barça tampoco era capaz de fabricar suficiente futbol para entretener ni al más optimista de los seguidores culés.
Con todo, el Barça salvó el día que estaba obligado a ganar tras el sufrido triunfo del Real Madrid en Balaídos. Sigue igualado a puntos con el líder de la Liga mientras espera a que lleguen, en lo que a la inspiración se refiere, tiempos mejores.