Tres moscos en vuelo

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Tres moscos en vuelo

Dengue, chikungunya y Zika son sus infecciones. 

Aedes  aegypti se llama científicamente el mosco que pica y se va, causando la infección típica del virulento Zika. Es la hembra la que produce la artritis epidémica. La suponen conectada, en sus efectos, con la microcefalia de los niños por nacer, afectados por la infección de sus madres.

En Brasil ya se cuentan por miles las víctimas y se va constatando una expansión tan rápida que ya se trata de una situación crítica  internacional.

Estos tres moscos voladores, aunque son del mismo barro, no producen el mismo jarro. Cada uno, con su piquete hace que surjan síntomas diversos. Se recomienda todo lo que evite  que el insecto llegue a la piel humana.  Insecticidas, pabellones, repelentes. Y limpieza, claro y evitar agua estancada que favorezca la reproducción,

No hay vacuna. Producirla podría tardar hasta ocho años.Los estudios de laboratorio se aceleran. Lo mejor es ahora la prevención  y la atención inmediata  en caso de contaminación.

El País también presenta síntomas  de graves patologías. Una deuda externa agigantada, una moneda hundida, un petróleo casi a precio de costo, una violencia  en que ya no preocupa tanto lo fuerte sino lo tupido.  Los piquetes de la corrupción, del modelo económico promotor de desigualdad,  de una democracia sustituída por cleptocracia y plutocracia y conducida por cauces oligárquicos se siguen dando. Hay zonas muy dañadas y brotes esporádicos  aquí y allá.

Parece que no hubo prevención. No se descubrió a tiempo vacuna y se han complicado y multiplicado las complicaciones. Los moscos del dengue, chikungunya y Zika sociopolíticos siguen picando. Se multiplican las víctimas y no parece haber repelentes en cantidad suficiente.

El único insecticida poderoso es la conciencia cívica de la población. Si se activa suficientemente y, al mismo tiempo se eliminan muchas aguas estancadas de apegos, de miedos, de prejuicios y resentimientos podría venirse pronto una epidemia de salud que nadie podría detener. 

Si cada individuo protege su piel y limpia su entorno, los tres  moscos espadachines no podrán clavar sus estoques y acabarán extinguiéndose. Si cada ciudadano  activa su conciencia y es dócil a ella y logra librarse de estancamientos en su pensamiento, en su actitud y en sus acciones,  el riesgo se convertirá en esperanza y oportunidad…