Los tres, napolitanos del área de la estación central de Nápoles, eran vendedores ambulantes que vendían generadores eléctricos. Raffaele Russo, de 60 años, su hijo Antonio y su sobrino Vincenzo Cimmino, respectivamente de 25 y 29 años, fueron tragados por la nada.

El Ministerio de Asuntos Exteriores, miembros de la familia se refiere, está siguiendo el caso con la embajada en la Ciudad de México en estrecha colaboración con las autoridades locales.

El fiscal de Roma ha abierto una investigación. El fiscal jefe confió el procedimiento al suplente Sergio Colaiocco y actualmente no tiene un delito hipotético. La fiscalía de Roma iniciará pronto los primeros contactos con las contrapartes locales, que iniciaron el proceso sobre el caso.

Los tres se encontraban en Tecaltitlán, una ciudad en el estado de Jalisco, un área en riesgo debido a la fuerte presencia de crímenes locales. El primero en desaparecer, alrededor de las 3 pm, habría sido Raffaele Russo. Dos horas más tarde - de acuerdo a la cuenta de la familia - el hijo Antonio y su sobrino Vicente, a 25 y 29 años, ya no es capaz de hablar por teléfono con sus sesenta años, fue a donde la salida de una señal GPS de coche de alquiler su último puesto.

En un momento dado, los dos jóvenes se detenían a buscar gasolina y allí se les acercarían "varios policías a bordo de un automóvil y dos motocicletas, que le ordenaron seguirlos". Antes de que él también desapareciera, Antonio habría logrado enviar un mensaje vía WhatsApp a su hermano Daniele, quien también estaba en México con un cuarto hermano, Francesco. Poco después, los teléfonos de los dos hombres también dejarían de funcionar.

"Tratamos de contactar a la oficina de policía de Tecaltitlán -dice que los familiares todavía dicen- y al principio nos dijeron que Antonio y Vincenzo habían sido arrestados e iban a la oficina, mientras que Raffaele no sabía nada. Una segunda llamada, esta versión fue denegada por las autoridades mexicanas ". "Hasta la fecha, los miembros de la familia concluyen que no se han recibido solicitudes de reembolso".

"Pedimos a las autoridades italianas que intervengan porque nadie en México nos da información, nadie nos ayuda a saber la verdad sobre nuestra familia". Este es el llamamiento lanzado en Facebook por Ciro Bergamè, uno de los familiares de los tres italianos que han desaparecido durante 18 días en una ciudad a setecientos kilómetros de la Ciudad de México.

"Hasta la fecha, no se ha recibido ninguna solicitud de rescate, solicitamos la máxima difusión de noticias y fotos", dicen los familiares. Russo ha estado en México por un tiempo, en Tecaltitlán, donde vendía productos comprados en Nápoles a comerciantes chinos. Antonio y Vincenzo, sin embargo, habían llegado solo cinco días antesde la desaparición mientras Francesco y Daniele, otros dos hijos del hombre estuvieron en México por un tiempo y demasiado lejos para ayudar a los otros dos hermanos a buscar a sus parientes. Y así comenzaron desde el punto donde el gps del automóvil alquilado por los sesenta marcó su última posición. "Cuando llegamos, no encontramos el auto ni a mi padre, le preguntamos a la gente, pero nadie vio nada", dicen.

Con información de Repubblica