Ciudad de México. Luego del triunfo de Donald Trump en Estados Unidos, "México debe serenarse para iniciar, ahora sí, una política exterior seria que vele con firmeza por nuestro país y los derechos de los migrantes", estableció la arquidiócesis de México en el editorial de su semanario Desde la Fe.

Remarcó que el país debe "mostrar capacidad e inteligencia en lugar de unirse a la vorágine de horror y pesimismo", porque "se trata de un presidente de un país democrático que tiene contrapesos efectivos, no de un emperador o un dictador".

En el escrito refiere que "lo impensable sucedió" y que "quién era considerado el peor de los candidatos es ahora, contra todo pronóstico, presidente electo de Estados Unidos".

Añadió que ahora no queda más que "hacerle frente a esta realidad" y acotó que "la incertidumbre parece ensombrecer el futuro económico de México".

Prueba de ello, indica, están "la depreciación del peso y el clima pesimista por el futuro de millones de migrantes" así como la posible cancelación o renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN),con lo cual se "desmantelaría una de las mayores alianzas comerciales del orbe".

Señaló que aunque las autoridades financieras el país hablan de la estabilidad macroeconómica de México, "la realidad nos asesta un duro golpe del trago amargo para darnos cuenta de lo profundamente dependientes que somos de los Estados Unidos".

Recordó que durante la campaña del magnate, éste emprendió una "cruzada en los medios de comunicación con tinte apocalíptico", pero advirtió que "la realidad política hará ver que muchas de las iniciativas en contra del pueblo mexicano simplemente son irrealizables, ya sea la deportación de todos los inmigrantes indocumentados e incluso la construcción del muro".

Subrayó que "no cabe duda que muchos católicos apoyaron a Trump para frenar las políticas criminales del aborto y la dictadura de la ideología de genero promovidas por el partido demócrata e impulsadas con fuerza por Barack Obama, y que Hillary Clinton buscaba continuar aún con mayor ímpetu, argumentando que los bebés en el vientre no tienen derechos".

Ante esta práctica, recordó que el empresario se manifestó "abiertamente provida" y remarcó que eso "sin duda constituye una advertencia para nuestros políticos mexicanos".