Los hospitales privados de la ciudad registran saturación en sus camas destinadas para atender pacientes con COVID-19, pese a que los hospitales públicos se mantienen con una ocupación de apenas 7 por ciento.

VANGUARDIA contactó a personal de dos clínicas particulares de la ciudad, el cual informó que no tenían espacio.

Sin embargo, voceros de la Secretaría de Salud estatal informaron que esta saturación en hospitales privados se debe a la reconversión que se ha hecho posterior a la reducción de los contagios.

Explicaron que muchas de estas camas que eran destinadas a la atención de pacientes con dificultades de salud a causa de la pandemia ahora son utilizadas para atender, por ejemplo, a pacientes de obstetricia, ginecología, cirugías, revisión de alguna especialidad clínica y entre otras necesidades.

Entre las clínicas públicas y particulares se tiene una suma de 426 camas existentes de las que solamente se mantienen ocupadas 29; en cuanto al uso de ventiladores, se tiene un registro de ocupación del 5 por ciento, teniendo 131 aparatos existentes y solamente 6 ocupados.

Autoridades de Salud anticiparon que en próximos días se tendrá una reunión con directivos de las clínicas privadas para conocer el número de camas especializadas en COVID-19 que mantienen en operación.