Tras el paso de Harvey, salen a la luz historias de personas que se sacrificaron por salvar a otros
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Tras el paso de Harvey, salen a la luz historias de personas que se sacrificaron por salvar a otros
Un hombre usó sus últimas palabras para salvar la vida de un amigo, advirtiéndole que no se acercara a un cable eléctrico con corriente. Otro falleció mientras revisaba a su tío. Varios otros fueron vistos por última vez mientras ayudaban a otros a salir de las inundaciones.
Se trata de algunas de las víctimas de Harvey que perdieron su vida intentando salvar a los demás. Otros murieron en su esfuerzo por sobrevivir a la catástrofe.
Las víctimas van de los 6 a los 89 años. Sus historias salen a la luz mientras la cifra de decesos a causa de la tormenta continúa creciendo.
Andrew Pasek, de 25 años de edad, tenía el martes la misión de revisar al querido gato de su hermana mayor cuando pisó un cable de corriente debajo del agua que le llegaba a los tobillos, relataron sus padres entre sollozos el jueves.
Posteriormente, Pasek cayó contra el poste del que salía el cable. Un amigo de Pasek se acercó para ayudar, pero Pasek le advirtió del peligro que corría.
“Dijo, ‘no me toques, me estoy muriendo’”, según su madre, JoDell Pasek, quien perdió a su otro hijo durante un incidente vial con un conductor ebrio, en la década de 1990.
Al Pasek dijo que su hijo era “un joven extraordinario”, que siempre estaba rescatando animales que necesitaban un hogar y que incluso una vez salvó la vida de su padre, cuando se ahogó con un trozo de alimento y no pudo respirar por más de un minuto.
“Es absolutamente devastador”, dijo Al Pasek sobre el fallecimiento de su hijo.
Al y JoDell Pasek quieren esparcir las cenizas de su hijo en el Monte Rushmore, adonde tenían planeado ir de viaje en familia desde hace tiempo. “Tal vez sí hagamos ese viaje familiar”, comentó JoDell entre lágrimas.
El sargento de la policía de Houston, Albert Steve Perez, falleció alrededor de las 4 a.m. del domingo mientras se dirigía al trabajo. De 60 años y padre de dos hijos, salió de casa después que su esposa le pidió que se quedara, dijo el jefe de policía de Houston, Art Acevedo.
“Tengo que trabajar”, dijo Perez a su esposa, según Acevedo. “Lo tenía en su ADN”.
“Solo he estado aquí nueve meses, tenemos 6.500 empleados y yo sabía quién era Steve Perez, porque era un amable y gentil servidor público”, dijo Acevedo.
Dos hombres, Yahir Rubio Vizuet, de 45 años, y Jorge Perez, de 33, murieron en un accidente en lancha mientras acudían con familiares y amigos a buscar personas en las zonas inundadas, relataron sus familiares. Otras dos personas del grupo siguen desaparecidas, y miembros de su familia publican videos en Facebook Live mientras buscan a pie a sus seres queridos.
Otras víctimas de Harvey murieron en sus hogares, negocios o vehículos mientras buscaban ponerse a salvo o encontrar refugio.
Ruben Jordan, de 58 años de edad, desapareció mientras conducía durante la tormenta, y el Departamento de Policía de Friendswood confirmó su fallecimiento, según su familia, que no sabe con exactitud qué fue lo que le sucedió.
Jordan, un querido entrenador de fútbol americano y atletismo en la Escuela Secundaria Clear Creek High, era un “tipo tremendo” conocido por ayudar a los demás, según su hermano Oscar Drew Jordan.
Dijo que Ruben Jordan una vez acogió en su casa a un exalumno adicto a las drogas para que se rehabilitara, y posteriormente ayudó al joven a conseguir su propio apartamento.
“Tenía el corazón más grande que hayan visto”, dijo su hermano.
Samuel Saldivar le dijo a la policía que intentaba poner a salvo a sus padres y a los cuatro nietos de su hermano, cuyo hogar se inundó, cuando la vagoneta que conducía fue arrastrada hacia un arroyo por una fuerte corriente al cruzar un puente el domingo.
Saldivar escapó por una ventana, pero los demás quedaron atrapados debido a que la puerta corrediza de la camioneta no se abría al haber quedado parcialmente sumergida.
Los cuerpos de los padres de Saldivar y los cuatro nietos, de entre 6 y 16 años de edad, fueron recuperados el miércoles de la camioneta sumergida.
El martes, Ronald Zaring, de 82 años de edad, falleció dentro de un autobús de rescate en su camino a un hospital.
Su hijo, Devin Zaring, dijo que una vez que golpeó la tormenta, sabía que no había forma de llegar al asilo de ancianos en Friendswood en el que vivía su padre, un veterano de la Marina, después de que se le diagnosticó Alzheimer.
Pero a Zaring le consuela saber que su padre estaba en buenas manos. Los residentes y el personal fueron evacuados el lunes a una secundaria local, y posteriormente enviados a Huntsville.
Ronald Zaring posiblemente falleció de un padecimiento cardiovascular combinado con neumonía.
“Era un tipo muy amable. Nadie era un extraño para él”, dijo Devin Zaring. “Todos lo amaban”.
El miércoles y bajo un cielo despejado, Donald Rogers, de 65 años, decidió ver cómo estaba su tío, quien vivía a 16 kilómetros (10 millas) de distancia en Fulshear, Texas.
Rogers y su esposa, Rochelle de 58 años, pasaban por un puente a bordo de su camioneta pickup cuando una fuerte corriente la volteó, relató el hermanastro de Rogers, Tony Henny.
Rochelle fue capaz de llamar al número de emergencias 911, pero el personal de rescate solo llegó para encontrar a la pareja sin vida.
“Los dos eran muy, muy buenos, muy atentos, personas extremadamente benévolas”, dijo Henny. “En especial, Donald, lo daba todo”.