Tras 16 años, la NASA jubila a uno de sus grandes observatorios, Telescopio Espacial Spitzer

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Tras 16 años, la NASA jubila a uno de sus grandes observatorios, Telescopio Espacial Spitzer

Durante 16 años Telescopio Espacial Spitzer reveló los secretos del universo hoy la NASA lo jubila.

La NASA despide este jueves su telescopio espacial Spitzer después de 16 años al servicio de la astronomía, desvelando un universo oculto por los rayos infrarrojos como los siete planetas del tamaño de la Tierra alrededor de la estrella Trappist-1.

"Es bastante impresionante si piensas sobre todo en lo que ha conseguido Spitzer en toda su vida, desde detectar asteroides en nuestro sistema solar no mayores que una limusina hasta enseñarnos algunas de las galaxias más lejanas de las que conocemos", comentó Michael Werner, uno de los científicos del proyecto.

Spitzer, que comenzó a observar el espacio en 2003, es uno de los potentes telescopios que explora el mundo más allá del ojo humano, entrometiéndose en las diferentes frecuencias del espectro electromagnético, como lo hacen el Hubble, Compton o Chandra.

Una fotografía sin fecha puesta a disposición por la NASA muestra la representación de un artista del Telescopio Espacial Spitzer de la NASA en el espacio con el fondo en luz infrarroja. Foto: EFE/NASA

Se centra en las ondas infrarrojas, las cuales pueden revelar diferentes características del universo como aquellos elementos demasiado fríos para emitir luz visible, incluyendo los exoplanetas, las enanas marrones (estrellas con masa insuficiente para brillar) o la materia fría que se encuentra entre astros planetarios.

La luz infrarroja es invisible al ojo humano, pero algunas de sus ondas pueden atravesar nubes, gases y polvo, unos elementos que la luz visible no puede.

"El telescopio Spitzer nos ha enseñado la importancia que tiene la luz infrarroja para entender nuestro universo, tanto nuestro propio vecindario espacial como las galaxias más lejanas del universo", manifestó Paul Hertz, director de astrofísica de la NASA, en un comunicado.

La nebulosa Tarántula fue uno de los primeros cuerpos celestes que el telescopio observó, una región del espacio donde se encuentra una de las estrellas más estudiadas de la astronomía, 1987A, que explotó en una supernova con la fuerza de 100 millones de Soles durante meses a 168,000 años luz de la Tierra.

Cinco veces se había prolongado la misión original del Spitzer, que se planeó hasta que se agotaran sus reservas de refrigerantes, lo cual sucedió en 2009.

Estas componentes buscaban que transbordador se mantuviera por debajo de una temperatura determinada que permitiera detectar las ondas infrarrojas.

Esta imagen puesta a disposición por la NASA muestra la Nebulosa de la pata de gato dentro de la Vía Láctea ubicada en la constelación Scorpius, capturada por el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA. Foto: AP/NASA

Sin embargo, al estar tan alejado del sol los expertos pudieron seguir utilizando el Spitzer y su jubilación se planificó para 2018, cuando se lanzaba el telescopio espacial James Webb, que finalmente se retrasó y le dio más tiempo de vida útil a Spitzer.

Su sucesor, James Webb, también observará el espacio a través del espectro infrarrojo a partir de marzo de 2021, aunque un informe de la Oficina de Supervisión del Gobierno de EU (GAO) señaló recientemente que es altamente probable que se retrase su lanzamiento debido a "desafíos técnicos".

"El proyecto estima que solo hay un 12 % de probabilidades de que se cumpla la fecha programada. La NASA planea revelar la fecha del lanzamiento en primavera de 2020", precisa el informe.

En 2018 la NASA estableció un presupuesto para la construcción y lanzamiento del telescopio de 9,700 millones de dólares, lo que supondría 828 millones de dólares más de lo que se presupuestó en 2011 para el proyecto.

Una foto puesta a disposición por la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) de una imagen del telescopio espacial Spitzer de la NASA que muestra los brazos espirales de la galaxia Messier 81. Foto: EFE/NASA
Esta imagen disponible por la NASA muestra las galaxias que interactúan, NGC 2336, centro, y NGC 2937, abajo, conocidas colectivamente como Arp 142, ya que su atracción gravitacional mutua las acerca lentamente. Foto: AP/NASA
Esta imagen compuesta puesta a disposición por la NASA muestra la galaxia NGC 4258, también conocida como M106, a unos 23 millones de años luz de la Tierra. Foto: AP/NASA
Esta imagen muestra la nube molecular Perseus, una colección de gas y polvo de más de 500 años luz de diámetro, que alberga una gran cantidad de estrellas jóvenes, capturadas por el telescopio espacial Spitzer. Foto: AP/NASA
Esta imagen muestra una estrella de neutrones, centro, dejada por la explosión de la muerte de la estrella original en la constelación de Tauro, observada en la Tierra como la supernova de A.D. Foto: AP/NASA
Esta imagen muestra el cúmulo de galaxias jóvenes extremadamente masivo IDCS J1426.5 + 3508 capturado por el Observatorio de rayos X Chandra, el telescopio espacial Hubble y el telescopio espacial Spitzer. Foto: AP/NASA
Esta imagen disponible por la NASA muestra la galaxia Whirlpool, que en realidad es un par de galaxias Messier 51 y NGC 5194/5195, aproximadamente a 23 millones de años luz de la Tierra. Foto: AP/NASA
Esta imagen muestra datos infrarrojos del Telescopio Espacial Spitzer y el Explorador de Encuesta Infrarroja de Campo Amplio (WISE) en un área conocida como las regiones de formación estelar W3 y W5 dentro de la Galaxia de la Vía Láctea. Foto: AP/NASA
Esta imagen muestra el centro de la estrella fugitiva Kappa Cassiopeiae, o HD 2905, y su choque de arco se formó cuando los campos magnéticos y el viento de partículas que fluyen de la estrella chocan con el gas y el polvo difusos. Foto: AP/NASA
Esta imagen disponible por la NASA muestra un vivero estelar activo que contiene miles de estrellas jóvenes y protostars en desarrollo, cerca de la espada de la constelación de Orión, capturado por el telescopio espacial Spitzer. Foto: AP/NASA
Esta imagen muestra la parte de araña de las nebulosas "La araña y la mosca", IC 417, donde se forman muchas estrellas, capturadas en infrarrojo por el Telescopio espacial Spitzer y el Estudio de dos micrones de todo el cielo (2MASS). Foto: AP/NASA