En pleno pico de contagios del coronavirus, más médicos buscan ampararse ante la justicia federal para irse de licencia a su casa por razones de edad, salud y falta seguridad en sus centros de trabajo.

Esta vez se trata de un ginecólogo adscrito al Hospital General de la Secretaría de Salud en Ciudad Acuña, que tiene más de 65 años, problemas de hipertensión y obesidad mórbida, y a quien, pese a estar entre la población en riesgo, se le ha obligado a seguir trabajando.

“Ahorita estamos por presentar un amparo, buscando la protección de la justicia de la Unión. Este médico manifiesta que tiene temor al contagio directo e indirecto hacia su familia”, informó Max Antonio Estrada Lomelí, abogado.

Advirtió que el problema es que Hospital General de esta localidad no está reconociendo el derecho que los médicos tienen a acceder a una licencia temporal con goce de sueldo, cuando sean parte de la población vulnerable, derecho, dice Max Estrada, que quedó suscrito en un dictamen del Consejo General de Salud de la Federación.

“No importa si sea una actividad esencial o no. Considero que a lo mejor están previendo que no puedan tener el personal suficiente para cubrir alguna ausencia, pero tan tienen una obligación ellos como médicos de combatir, como un derecho de no exponer su vida”, dijo Estrada Lomelí.

Y detalló que el facultativo entregó un escrito al director del Hospital General de Acuña, donde acredita su diagnóstico clínico de enfermedad, extendido por el ISSSTE.

“Y le negaron rotunda y categóricamente la licencia, aparte él habla de que se les están dando a otras personas que no pertenecen al grupo vulnerable, que hay gente favorita de la institución a los que, sin ninguna prueba de ninguna índole, los están mandando a descansar con goce de sueldo y dice ‘no se vale porque yo ya le di toda mi vida a la institución y yo ya estoy trabajando, como quien dice, tiempo extra”, contó Max Estrada.

Precisó que en los últimos días más de 10 médicos de distintos hospitales de Acuña Y Piedras Negras, se han acercado a su despacho para solicitar asesoría y ver la posibilidad de tramitar un amparo para quedarse en casa, dada su edad, sus condiciones de salud y la escasez de garantías laborales en los hospitales, ante la emergencia. 

“Hay cierto temor de los galenos en el sentido de que tienen miedo a que haya represalias, por parte de las instituciones médicas como que los vayan a correr o a retardarles sus jubilaciones, porque de alguna manera ellos consideran que manchan su expediente laboral”.

Subrayó que está confiado en que su despacho obtenga una resolución favorable del amparo de este ginecólogo, y el doctor pueda quedarse en casa, con todas sus prestaciones laborales, mientras pasa la emergencia.