Usted está aquí
Trabajadores la tendrán muy difícil si quieren comprar casa
Los trabajadores que ganan menos de tres salarios mínimos difícilmente podrán adquirir vivienda este año, porque el gobierno federal redujo de 3 mil 500 millones de pesos a sólo 400 millones los recursos que la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) entregaba vía subsidios y que el año pasado ascendieron a 75 mil pesos en promedio por empleado, aseveró Roberto Anda González, presidente la Comisión Nacional de Vivienda de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
El principal problema que enfrenta el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) el día de hoy es que el crédito para los empleados con menos de 2.8 salarios mínimos (8 mil 625.12 pesos al mes) no es suficiente para que puedan adquirir una casa. El año pasado el Infonavit pudo colocar 65 mil viviendas con los subsidios de la Conavi, pero este sólo alcanzará para 6 mil 150. Una aspirinita que equivale a menos de 10 por ciento respecto del año pasado. Es un problema muy serio, advirtió el representante del sindicato patronal ante el Infonavit.
Justamente los trabajadores de bajos ingresos son quienes concentran la mayor parte de la cartera vencida del Infonavit, la cual llega actualmente a 7.6 por ciento respecto del monto total de los créditos otorgados a los empleados, de acuerdo con el reporte correspondiente a marzo que se dio a conocer en su consejo de administración el miércoles pasado.
Es una tasa sana y financieramente manejable, equiparable al rango que se registra en las instituciones que otorgan créditos hipotecarios, por lo que no existe ningún riesgo para las finanzas del Infonavit, expresó.
Si la comparación se hace respecto de los más de 5 millones de derechohabientes que tiene el Infonavit, 290 mil trabajadores han dejado de pagar sus créditos por lo menos durante cuatro meses consecutivos.
Entre esos casos, dijo, hay 52 mil viviendas abandonadas o desocupadas a escala nacional que el Infonavit proyecta volver a colocar en el mercado, previa evaluación de cuáles están en condiciones de venderse, porque habrá muchas que tendrán que ser demolidas, indicó.