MONTERREY, NL.- Juan Manuel Pérez, extesorero de la administración del Municipio de Rayones, fue encontrado sin vida y con huellas de tortura en el panteón de dicha localidad, horas después de reportarse como desaparecido. 

El periódico Las Noticias, de la región citrícola del Estado, informó que presuntamente el exfuncionario había grabado con su aparato celular la golpiza que policías preventivos, encabezados por el secretario de Seguridad Pública Municipal, el militar en retiro, Juan Manuel Arteaga López, propinaron el viernes al campesino, Agustín Jaime Alvarado Pérez, de 33 años. 

El Municipio que tiene poco más de dos mil 500 habitantes, es gobernado por el PAN por segundo periodo consecutivo. En noviembre pasado, un grupo de lugareños acudió ante el Congreso local a denunciar una serie de abusos por parte de Arteaga y los elementos a su mando, que son militares retirados. 

Encabezados por el exalcalde priísta, Sergio de la Fuente, señalaron los quejosos que los preventivos han cometido todo tipo de tropelías en contra de la población que van desde golpizas utilizando tablas al estilo de la delincuencia organizada, detenciones arbitrarias, así como daños y robos en vehículos y viviendas. 

Advirtieron que si las autoridades superiores no ponían remedio a la situación, y ocurrían alguna agresión contra cualquier ciudadano, formarían un grupo de autodefensas para hacerse justicia por propia mano. 

Sin embargo, el viernes, a través del periódico Las Noticias, que cubre dicha región, Agustín Jaime Alvarado Pérez, de 33 años de edad, residente en la colonia Emiliano Zapata, del Municipio de Rayones, en el sur de la Entidad, denunció una golpiza y amenazas de parte de Arteaga y policías a su mando. 

Alvarado Pérez afirmó en entrevista que fue grabada y difundida a través de un video que al parecer las agresiones obedecen a que por ser priísta se negó a “vender” su credencial durante las elecciones del pasado siete de junio. 

La agresión al campesino, presuntamente fue grabada con su celular por el extesorero municipal, quien apareció muerto horas más tarde.